ROMA (Agencias).— El primer ministro italiano Silvio Berlusconi arremetió ayer, de nueva cuenta, contra las acusaciones de que habría pagado por tener relaciones sexuales con una bailarina adolescente de un club nocturno, tachándolas de un “grotesco” intento de destruirlo políticamente y aseguró que fracasarían.

Las acusaciones generaron una investigación judicial por “prostitución” y “concusión”, en un momento sensible para Berlusconi, que ya está políticamente a la defensiva después de ganar apenas un voto de confianza en el Parlamento el mes pasado y de perder la inmunidad automática tras un fallo judicial, el jueves.

El viernes, magistrados de Milán revelaron que están investigando si Berlusconi pagó por tener relaciones sexuales con Karima El Mahroug, de 17 años —conocida popularmente como Ruby Rubacuori (Ruby Robacorazones)— y que, abusando de su poder, presionó a la policía para que la liberase cuando fue detenida por haber cometido un robo.

En un comunicado, Berlusconi expresó indignación por la indagatoria, describiéndola como desleal, improbable, excesiva, inaceptable y grotesca. “Nunca, en 17 años de intensa persecución judicial contra mi persona, los fiscales públicos en Milán han logrado distorsionar de una manera tan inverosímil y grotesca la realidad de los hechos”, dijo.

“Sin embargo, esta vez superaron todos los límites”, añadió. El caso de Ruby, una inmigrante marroquí que se gana la vida como bailarina, ocasionó una tormenta política el año pasado y convirtió la expresión “bunga bunga” —término usado por la bailarina para describir las orgías en la villa de Il Cavaliere—, en parte del vocabulario italiano.

Ayer, en una entrevista publicada por el diario La Repubblica, la joven marroquí volvió a negar que haya mantenido relaciones sexuales con el premier. Aseguró que él le dio “siete mil euros (9 mil 350 dólares)” porque sabía de su difícil situación y que le mintió sobre su edad, diciendo que tenía 24 años, y no 17, porque de otro modo no habría podido ir a sus fiestas.