PARÍS (Agencias).— WikiLeaks dirigió ayer a sus lectores a sitios web en Suiza, Alemania y Holanda, después de que dos proveedores estadounidenses de internet dejaron de alojarlo en el transcurso de dos días y París trató de prohibir que los servidores franceses albergaran su base de datos.

La organización anunció que la dirección actual de su sitio es http://wikileaks.ch, luego de que el sitio web wikileaks.org, donde publicó información clasificada del gobierno estadounidense, no estuvo disponible por unas seis horas.

Un sitio holandés, www.wikileaks.nl, y otro alemán, www.wikileaks.de, también permitían a los lectores acceso a los documentos filtrados. La firma EveryDNS.net, que ayuda a las computadoras a localizar los sitios de sus miembros, informó que dejó de proveer servicios a WikiLeaks el jueves a las 22:00, hora estadounidense del este (03:00 GMT del viernes). WikiLeaks recurrió a EveryDNS y servidores en Europa luego de que Amazon.com dejó de alojar el sitio, el mismo jueves.

El gobierno de Estados Unidos está furioso debido a que WikiLeaks publicó cientos de cables diplomáticos confidenciales que han ofrecido miradas francas y por momentos vergonzosas sobre la política exterior de Washington y sus aliados. Amazon negó que estuviera bajo presión de legisladores y argumentó que WikiLeaks había infringido sus condiciones al no ser dueño de los derechos del contenido que estaba publicando.

Entretanto, el Departamento de Educación y la Biblioteca del Congreso de EU bloquearon el acceso a WikiLeaks en las computadoras de sus trabajadores y sus redes inalámbricas, según informaron medios estadounidenses.

El Departamento de Comercio también informó a sus empleados que “no están autorizados” para ver ese sitio en computadoras gubernamentales.

Las órdenes de las tres instituciones gubernamentales se emitieron después de que desde el domingo la web sacara a la luz cables diplomáticos de embajadas de EU, algunos de ellos clasificados.

El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, dijo el viernes que él y colegas tomaban medidas para protegerse tras amenazas de muerte, luego de la publicación de los cables diplomáticos estadounidenses reservados en su sitio electrónico. Respondiendo a preguntas en línea desde una ubicación no revelada al diario británico The Guardian, el australiano de 39 años dijo que cualquiera que hiciera amenazas contra su vida debería ser acusado de incitación al asesinato.

El abogado de Assange dijo que también combatirá cualquier intento por extraditar a su cliente para enfrentar interrogatorios sobre supuestos delitos sexuales, agregando que creía que potencias extranjeras influenciaban a Suecia.