WASHINGTON (Agencias).— Las alertas mundiales están encendidas. Pero esta vez no es la amenaza de un ataque terrorista la causa, sino el anuncio de WikiLeaks de próximas revelaciones que, esta vez, según advirtió el portal, “descubrirán a los corruptos”.

El gobierno estadounidense no ha dudado en avisar a los países que cree podrían verse implicados: Reino Unido, Italia, Australia, Israel, Noruega, Dinamarca y Canadá, por mencionar algunos.

El Departamento de Estado sospecha que cientos de miles de cables secretos de embajadas estadounidenses van a ser divulgados, una cifra que algunos diarios de los países involucrados elevan hasta los tres millones. Al anunciar su próximo golpe, WikiLeaks sólo dijo que “será siete veces mayor en tamaño” a los 391 mil documentos que puso en la red sobre la guerra de Irak, en octubre pasado.

Según el diario The Washington Post, es posible que haya documentos que demuestren que algunos socios de Estados Unidos han tomado en ocasiones medidas que contradicen sus políticas oficiales.

Por su parte, el diario Al-Hayat, con sede en Londres, cree que WikiLeaks planea publicar documentos que indican que Turquía puede haber ayudado a la red terrorista Al-Qaeda en Irak y que EU puede haber hecho lo mismo con el grupo armado Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), que figura en la “lista negra” de grupos terroristas extranjeros del Departamento de Estado.

Por lo pronto, la embajada estadounidense en Tel Aviv informó ya al gobierno israelí que algunos cables pueden referirse a la relación entre ambos países, según el diario Haaretz.

En Italia, el ministro de Relaciones Exteriores, Franco Frattini, dijo a periodistas que entre los documentos que serán divulgados “podría haber juicios y hechos que afecten a Italia como un actor internacional”.

El gobierno colombiano dijo que Washington también les avisó. En Rusia, aunque la Cancillería dijo que no ha habido contactos oficiales, el diario Kommersant dijo que se prevé que entre los documentos habrá algunas discusiones entre diplomáticos de EU y políticos rusos y opiniones “desagradables” sobre estos últimos.

Según la propia WikiLeaks, el diario estadounidense The New York Times, que ha formado parte del reducido número de publicaciones a las que WikiLeaks ha entregado previamente material filtrado, puede haber informado el lunes a la Casa Blanca sobre el contenido.