BUENOS AIRES.— Las esperanzas de que se repitiera en Ecuador un “milagro” similar al de los mineros chilenos se desvanecieron ayer cuando los rescatistas encontraron, por lo menos, a dos de los cuatro trabajadores atrapados sin vida en el yacimiento aurífero de la localidad de Portovelo, en la provincia de El Oro.

Ni la premura de los rescatista ni las expresas órdenes del presidente Rafael Correa para transportar una sonda con cámara que contactara a los mineros atrapados alcanzaron para evitar el deceso de Walter Vera, de 31 años y de Paúl Aguire, de 24.

Hasta el cierre de esta edición se desconocía la suerte de Ángel Vera (hermano de Walter), de 29 años, y de Pedro Mendoza, de 25, quienes quedaron atrapados el viernes en la madrugada cuando se produjo un deslave en el interior de la Mina Minesadco. Las versiones anoche eran confusas, ya que autoridades de El Oro, como la directora de Salud, Zaida Correa, dijeron que los rescatistas encontraron a todos los mineros sin vida. Sin embargo, la secretaria nacional de Gestión y Riesgo, Maria Pilar Cornejo, aseguró que sólo se han hallado dos cuerpos. La funcionaria dijo el viernes que cabía la posibilidad de que los mineros estuvieran en una cápsula de 70 metros de longitud “con suficiente oxígeno para resistir” a 150 metros de profundidad.

Pidió, además, a los medios no especular con la suerte de los obreros que faltan por ser encontrados.

Por la mañana, en su programa radial, el presidente Rafael Correa expresó su solidaridad con los familiares de los obreros y su esperanza de encontrarlos con vida.

Según los trabajadores de la Mina Minesadco, en el lugar del accidente las filtraciones de agua eran constantes, lo que según los técnicos pudo haber generado el deslave. Eso “terminó por inundar las galerías 5 y 6”, explicó el jefe técnico del Ministerio de Minería, Marlon Arias.