WASHINGTON (Agencias).— Los senadores demócratas buscaban ayer a contrarreloj los 60 votos necesarios en la Cámara Alta para conseguir hoy el inicio del debate de la llamada Dream Act, una medida que permitiría legalizar a muchos jóvenes indocumentados.

El Senado abre hoy su sesión con un voto para decidir si se debate un proyecto de ley de gastos de defensa, al que el líder de la mayoría demócrata en esa cámara, Harry Reid, pretende añadir la enmienda sobre la Dream Act.

Esa medida, anunciada por el mismo Reid el pasado martes, abriría una vía legal hacia la regularización de jóvenes indocumentados que entraron a Estados Unidos antes de cumplir los 16 años. Como requisitos, la ley exige a los jóvenes una estancia de al menos cinco años en el país, asistir a una institución de enseñanza superior o alistarse en las Fuerzas Armadas.

El primer paso legislativo, que previsiblemente se dará hoy, consiste en un voto para proceder a debatir la ley general, que también incluye una medida para derogar la legislación conocida como “No preguntes, no lo digas”, que prohíbe servir en el Ejército a los homosexuales que expresen su orientación sexual.

Para que el Senado pueda debatir tanto el Dream Act como la medida referente al Ejército, Reid necesitará 60 votos para impedir un potencial bloqueo por parte de los republicanos.

Por el momento, sólo hay 40 votos seguros a favor, según publicó ayer el periódico especializado en el Congreso The Hill.

El éxito del voto supondría que la medida volvería a ser debatida por el Senado tras haber sido presentada por primera vez en el Congreso en 2001 por los senadores Dick Durbin y Richard Lugar, y reintroducida en marzo de 2009.

Villaraigosa, a favor

Dirigentes del condado de Los Ángeles, entre ellos el alcalde Antonio Villaraigosa, sumaron ayer su respaldo a la Dream Act. En rueda de prensa, Villaraigosa dio explícitamente su apoyo a la iniciativa, secundado por funcionarios locales, líderes sindicales, comunitarios y activistas.

Con la consigna de “Soñar es ser estadunidense”, los dirigentes llamaron al Congreso federal a aprobar la iniciativa.

Ayer mismo, cientos de jóvenes indocumentados, convocados por un grupo que se hace llamar “El Ejército del Dream Act”, se presentaron una vez más en las oficinas del senador republicano John McCain, en Phoenix, para exigir su apoyo a la ley.

Alumnos de todo el país están cabildeando a senadores para que respalden la Dream Act. Tan sólo el jueves pasado, un sinnúmero de estudiantes en centros comunitarios, secundarias y centros superiores realizaron unas 10 mil llamadas telefónicas a oficinas de senadores pidiéndoles que voten en favor de la iniciativa, apuntó a la agencia AP Myrna Ortiz, estudiante organizadora de la Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes en Los Ángeles.

En otro asunto migratorio, la Corte Federal de Apelaciones del Noveno Circuito de San Francisco programó para el 1 de noviembre la audiencia en la que analizará la solicitud de la gobernadora de Arizona para que sea levantada la orden de suspensión impuesta a partes clave de la ley de inmigración SB1070. La corte precisó que las partes, representadas por abogados de la gobernadora Jan Brewer y del gobierno federal, tendrán 15 minutos para argumentar su caso.