WASHINGTON.— La encarnizada lucha entre los cárteles de las drogas en México se ha convertido en “una bendición” para Estados Unidos, porque gracias a ella se ha producido una reducción significativa en el consumo de cocaína y un encogimiento del mercado de estupefacientes.

La valoración, en boca del director de la Oficina de Naciones Unidas sobre Drogas y Crimen (UNODC), Antonio María Costa, ha supuesto un espaldarazo sin paliativos a la estrategia de EU y México en la guerra sin cuartel contra los cárteles mexicanos que hoy siguen controlando gran parte del suministro (90%) de la droga que ingresa por la frontera.

“Esta lucha es una bendición para Estados Unidos, debido a que la sequía de cocaína está provocando niveles bajos de adicción, altos precios y dosis menos puras”, aseguró María Costa al mencionar sólo uno de los beneficios que, desde su punto de vista, ha traído consigo la lucha de los cárteles de la droga por su supervivencia. El funcionario de la ONU defendió así su tesis de que el enfrentamiento entre los cárteles de la droga ha traído consigo una reducción en el suministro y el consumo, además de un encarecimiento del producto entre 2006 y 2009. A pesar de ello, EU sigue siendo el más importante consumidor de cocaína en el mundo.

Según las estadísticas del reporte difundido ayer, el valor del mercado de la cocaína en EU ha declinado hasta los 35 mil millones de dólares en 2008. Una cifra muy lejos de los casi 144 mil millones de dólares que llegó a tener en 1988.

Al presentar el Reporte Mundial de Drogas 2010 que ha elaborado la UNODC, María Costa consideró que “la ofensiva (del gobierno mexicano) contra los cárteles de la droga ha atizado la violencia, al igual que ocurrió en Colombia, pero esta fase es necesaria para desmantelar por completo al crimen organizado y terminar con su amenaza hacia el Estado”.

El informe, que dedica a México uno de los pasajes más extensos en relación con las rutas, el consumo y el mercado de la drogas en el hemisferio —que siguen teniendo como destino principal EU—, explica que “la decapitación de los cárteles mexicanos ha desatado una violencia intestina, donde los supervivientes buscan un reacomodo y tratan de sacar ventaja de las debilidades” de otros cárteles.

El reporte estima que en muchas ocasiones “la violencia (desde y contra el crimen organizado o los cárteles) puede atizar demandas públicas para que las campañas contra ellos sean suspendidas, pero este difícil período tiene que ser atemperado”. Al final, “los menguados grupos (del crimen organizado) que sobrevivan ya no tendrán la capacidad para seguir desafiando al Estado y la violencia terminará por declinar” progresivamente.

El reporte confirma que el comercio del tráfico de cocaína, que controlaban los cárteles colombianos desde la década de los 80, se ha convertido en una actividad en la que predominan los cárteles mexicanos que hoy se disputan las rutas y las zonas de influencia y que han conseguido extender sus redes hacia más de 200 ciudades en la Unión Americana. El reporte advierte que la lucha entre los cárteles mexicanos y su poder de influencia podría tener un efecto devastador en Centroamérica. Países como Guatemala, El Salvador, Honduras y Belice se encuentran amenazados ante el poder creciente de unos cárteles que huyen de la campaña que ha orquestado contra ellos el gobierno de México desde su territorio.

Baja consumo en países ricos

La tendencia mundial en el consumo de drogas cambió en los últimos dos años: mientras la demanda aumentó en los países en desarrollo, en las naciones ricas se redujo, consigna también el informe de más de 300 páginas. Advierte sobre la creciente amenaza de la violencia en Venezuela y Ecuador, donde el crimen organizado ha convertido a esos países en importantes puntos de partida para cargamentos de droga hacia Europa. (Con información de agencias)