BUENOS AIRES.— Un país más tembloroso y más pobre fue el que encontró ayer en su primer día de gestión el presidente de Chile, Sebastián Piñera.

Las réplicas del nuevo sismo que azotó al país el jueves y la visión del propio mandatario, quien ofreció su primera conferencia de prensa como jefe de Estado, marcaron la jornada del viernes.

“Hoy Chile es mucho más pobre que hace algunas semanas porque hemos perdido muchas vidas humanas (497 personas, según datos oficiales, en el sismo y tsunamis del 27 de febrero) y ese número va a aumentar porque hay muchos desaparecidos”, dijo el presidente a periodistas locales y corresponsales extranjeros. Piñera, en sintonía con la información que en la mañana había proporcionado el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, confirmó que las pérdidas causadas por el sismo ascienden a 30 mil millones de dólares, equivalentes a 17% del Producto Interno Bruto (PIB).

Ayer mismo, varias organizaciones no gubernamentales denunciaron que más de un millón de niños fueron afectados por el sismo.

El mandatario anunció la creación de un fondo de reconstrucción que se financiará con recursos propios, con austeridad en el gasto, con fondos soberanos, futuros ingresos del cobre y hasta posibles créditos externos.

“Somos mucho más pobres por la pérdida de vidas y somos un país más pobre por las pérdidas económicas, pero también siento que somos un país más rico porque el pueblo chileno ha demostrado una vez más su temple, su coraje, su unidad y su fuerza para recuperarnos”. Además de la conferencia, Piñera participó en un oficio religioso en la Catedral Metropolitana y luego continuó con sus recorridos en algunas ciudades afectadas por los sucesivos terremotos que, desde el 27 de febrero, se estiman en por lo menos 30, ya que el jueves se habrían producido 23 movimientos telúricos de distinta intensidad, entre ellos uno de 6.9 grados Richter.

Piñera prometió un programa de austeridad fiscal que “significará un tremendo esfuerzo en el gasto público de forma de reasignar fondos” para poder reconstruir al asolado país. Cuestionado sobre la ausencia del mandatario venezolano, Hugo Chávez, en su toma de posesión, a la que sí asistieron en cambio los gobernantes de Argentina, Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú, Paraguay y Uruguay, Piñera se limitó a decir que “el presidente Chávez fue invitado al cambio de mando. En algún momento él planteó su intención de venir; me imagino que habrá tenido razones para no venir”. En todo caso, el chileno aprovechó la ocasión para “saludar al pueblo venezolano”.

En cuanto a su patrimonio personal y a la obligatoria venta de acciones de las empresas de la que fue socio mayoritario para evitar el conflicto de intereses, Piñera adelantó ayer que cumplirá con su promesa de desprenderse del último 11.6% de las acciones que aún mantiene en la aerolínea LAN (ya vendió 60%). “Ya vendimos las acciones de las clínicas Las Condes”, mientras que Chilevisión, será administrada por una fundación, subrayó.

Entre sus primeras medidas de gobierno ayer estuvo la de designar a Juan Sebastián Montes como nuevo intendente de la región Los Lagos, mientras sigue analizando nuevas medidas de urgencia para tratar de hacer frente al mayor desafío de su vida: la reconstrucción de Chile.

Relación especial con México

Piñera también aseguró que tiene una relación “muy especial” con su colega mexicano Felipe Calderón y señaló que durante su gobierno los vínculos entre ambas naciones serán las mejores de la historia. Indicó que Chile y México comparten muchos valores y coincidencias respecto a diversos temas de la agenda regional. (Con información de agencias).