WASHINGTON.— La inmigración indocumentada mexicana en Estados Unidos aumentó en el transcurso de la última década 42%, lo que la sigue colocando a la cabeza de una población sin papeles que sigue viviendo en las sombras y que el Departamento de Seguridad Interna (DHS) ha cifrado en 6 millones 650 mil personas hasta el pasado mes enero del 2009.

Según el reporte de DHS, el total de la población indocumentada hasta enero de 2009 alcanzaba los 10.8 millones de personas, una cifra inferior a los 11.8 millones que reportaba sólo un año atrás, en enero de 2008.

A pesar del significativo aumento de la población de origen mexicano en la última década, el descenso en términos absolutos de la población indocumentada entre el 2008 y el 2009 sugiere que el reforzamiento de la frontera con México y el aumento en el número de detenciones y deportaciones, ha tenido un impacto significativo. De hecho, la población indocumentada mexicana descendió de los 7 millones 30 mil que figuraban hacia fines del 2008, hasta los 6 millones 650 mil personas en enero del 2009. Es decir, un descenso de 380 mil indocumentados en sólo un año, según las cifras difundidas ayer por DHS.

Según las tendencias confirmadas ayer por DHS, la población total de indocumentados que se encuentran en EU disminuyó 7% entre enero de 2008 y enero de 2009, en uno de los descensos más significativos en el curso de la última década. El reporte del DHS sugiere que el descenso en el número de indocumentados no es producto de un mero ajuste técnico de las estimaciones realizadas a lo largo de la década.

De hecho, la tendencia a la baja de esta población coincide con las cifras difundidas por instituciones como el Pew Hispanic Center que ya habían cifrado en un total de 11.9 millones de indocumentados el censo hasta el mes de marzo del 2008, es decir, una cifra ligeramente inferior a los 12.4 millones que reportaron en el 2007.

A pesar del descenso de la población indocumentada mexicana en el último año, ésta sigue al frente de un contingente de “sin papeles” que se componen en su mayoría por ciudadanos de origen salvadoreño, guatemalteco, hondureño, filipino, ecuatoriano, brasileño, hindúes, coreanos y chinos.

Según las estadísticas difundidas ayer, los mexicanos son ahora el 62% de la población total indocumentada. “México sigue siendo la principal fuente de inmigración no autorizada en Estados Unidos”, reconoce el reporte para concederle así, en términos numéricos, lo que en el terreno político, económico y social ya la ha convertido en una de las comunidades históricas más influyentes y de la que ha dependido, en buena medida, la lucha por los derechos adquiridos de los indocumentados en EU.

Actualmente, según el reporte, seis de cada diez de los 10.8 millones de inmigrantes indocumentados que viven en EU, son nacidos en México. Esta realidad demográfica la ha convertido en una de las poblaciones flotantes más importantes que se siguen concentrando en estados como California, Texas, Florida, Nueva York, Illinois, Georgia, Arizona, Carolina del Norte, Nueva Jersey y Nevada.

Contra deportación masiva

Además, el estudio establece que del total de inmigrantes indocumentados, 6 mil 190 millones son hombres y 4 mil 570 millones son mujeres. Un 34% tiene entre 25 a 34 años de edad; un 27% entre 35 a 44 años y un 13% entre 18 y 24 años.

En medio de una intensa campaña de detenciones y deportaciones de inmigrantes indocumentados que ha proseguido durante la administración del presidente Barack Obama —la mayoría de ellos de origen mexicano—, organizaciones como el Center For American Progress y el Immigration Policy Center han divulgado un estudio, según el cual, “una política de deportación masiva de indocumentados, supondría un gasto de 2.6 billones de dólares en los próximos 10 años, mientras que el éxito de una reforma migratoria comprensiva se traduciría en el incremento de 1.5 billones de dólares en el Producto Interno Bruto (PIB)”.