ROMA (Agencias).— La policía italiana arrestó a un hombre de 64 años por abusar sexualmente de su hija durante 25 años y alentar a su hijo a que hiciera lo mismo, en un caso que ya ha sido bautizado por los medios como “el Josef Fritzl de Italia”.

Los fiscales de la ciudad de Turín han acusado también a su hijo, un hombre de 41 años, de abusar sexualmente de su hermana y de sus cuatro hijas, que tienen entre seis y 20 años. “Parece que en esta familia había una especie de ‘derecho de pernada’ del padre sobre la hija”, dijo el fiscal Pietro Forno, según la agencia italiana de noticias Ansa.

La hija del hombre, que ahora tiene 34 años, fue obligada a abandonar el colegio en los primeros años de su adolescencia. La joven escapó de su casa y se fue a la de su hermano, quien en vez de ayudarla, la violó. Al parecer, el hermano también ha abusado de sus hijas de 21, 17, 12 y 6 años de edad, quienes ya se encuentran en tratamiento psicológico, según reportes. En 1994, la joven denunció ante las autoridades abusos sexuales, pero su acusación fue desechada como “no creíble”. El caso salió a la luz cuando la joven acusó a su hermano de abusos.

El padre y el hijo, vendedores callejeros, han sido acusados de violación, abuso familiar y actos obscenos en público, porque algunos de los abusos sexuales ocurrieron en un coche.

El caso levantó las alarmas en Italia, que ha seguido con interés el caso del austríaco Josef Fritzl, de 73 años, quien fue sentenciado a cadena perpetua por encerrar y violar, a lo largo de 24 años, a su hija Elisabeth, en el sótano de su casa, y por causar la muerte de uno de los siete hijos que tuvo con ella. En su primera entrevista desde que fue condenado, el pasado 19 de marzo, Fritzl dijo que cuando vio el testimonio grabado de su hija, durante el juicio, fue cuando comprendió la magnitud del daño que había causado.

“Después de eso, sólo quiero el castigo más duro. Hasta el final”, dijo a la revista austríaca News. El “monstruo de Amstetten”, quien se declaró culpable de todos los cargos en su contra después de ver la grabación, indicó que no contempla el suicidio y que le gustaría “escribir un libro de disculpas... Sólo deseo que mis víctimas puedan de alguna manera olvidarme y olviden lo que les hice”.