WASHINGTON.— Mientras Barack Obama prepara su cita con la historia, con el discurso de aceptación a la candidatura presidencial que pronunciará la próxima semana, un pequeño ejército de organizaciones defensoras de la causa inmigrante afina los detalles de una caravana que llegará desde distintos puntos de Estados Unidos para hacer acto de presencia en la Convención del Partido Demócrata en Denver, Colorado.

Los preparativos de esta movilización han coincidido con el anuncio, desde la campaña Obama, de un “consejo” de asesores latinos —que se concentrarán en estados clave como Nevada, Nuevo México, Florida y Colorado—, y que buscarán a nivel nacional los votos de casi 10 millones de electores en las presidenciales de noviembre próximo.

El consejo de “asesores latinos” buscará además construir un puente de alianzas con las organizaciones que harán acto de presencia en Denver —bajo la bandera de la coalición Somos América—, con el fin de conseguir que el tema migratorio se consolide en la plataforma del partido y se convierta en uno de los compromisos de Obama en caso de llegar a la Casa Blanca.

El objetivo de la coalición proinmigrante es participar en los debates de la plataforma política y sumarse a una marcha que busca convertirse —el 28 de agosto— en una demostración de fuerza del movimiento que nació hace más de dos años para luchar por la legalización de más de 12 millones de indocumentados. “Esta movilización representa la continuidad de todo el movimiento que surgió desde marzo de 2006 y su intención es hacer llegar los sentimientos de la comunidad inmigrante en sus aspiraciones de legalización y en sus enormes deseos de hacer cambiar la dirección política de este país”, dijo Javier Rodríguez, artífice de las marchas que elevaron el tema de la legalización a un intenso debate y a la agenda nacional.