JERUSALÉN.- Pierre Gemayel, ministro de Industria en el gobierno del primer ministro libanés Fuad Siniora, fue asesinado ayer a balazos por desconocidos que lograron huir, en un suburbio cristiano de Beirut.

El joven líder, de 34 años, considerado estrella ascendente en el Partido de las Falanges cristianas, fue trasladado de urgencia a un hospital cercano, donde se le declaró muerto casi de inmediato. Su padre, el ex presidente Amin Gemayel y actual jefe del partido, exhortó al llegar al lugar a "respetar el mensaje de este mártir , cuidar a Líbano y no tomar venganza".

Pero en las calles, ya se vivía ayer una atmósfera de gran tensión y alerta general. Este jueves, cuando se lleve a cabo el funeral, cabe suponer que la situación en el país será sumamente delicada.

El asesinato fue perpetrado pocas horas antes que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas aprobara la formación de un tribunal internacional para investigar el atentado en el que fue muerto, en febrero del 2005, el ex primer ministro de Líbano Rafiq Hariri. El premier Fuad Siniora relacionó ambos hechos, exhortando a los ciudadanos de su país a "estar alertas ante cualquier sedición". Fuad Siniora dio a entender claramente que los responsables del homicidio son elementos prosirios en la política libanesa.

Pierre Gemayel fue la quinta figura opuesta al gobierno sirio en Líbano, asesinada en el país en los dos últimos años.

El asesinato de Gemayel no puede ser visto como un incidente aislado en la compleja situación política libanesa, sino como otra pieza en el dominó que podría conducir a una guerra civil. "Los asesinos no se apoderarán de Líbano", gritó golpeando la mesa y repitió Siniora en una alocución en la que lo calificó como "plan de sedición contra el país".

Pero evidentemente, no habla sólo del asesinato de Gemayel ayer, sino de una situación más compleja. El nieto del fundador del partido Falangista e hijo del ex presidente Amin Gemayel, fue muerto justamente el día en que se aprobaba la formación de una corte internacional para investigar el crimen anterior, de febrero del año pasado, de Rafiq Hariri. El gobierno de Siniora había atribuido ese asesinato a Siria, que también fue acusada ayer del nuevo crimen, aunque no es posible verificar ahora la autenticidad de sus acusaciones.

Annan condena el crimen

El secretario general de la ONU, Kofi Annan, condenó enérgicamente el asesinato de Pierre Gemayel, y pidió llevar a los responsables e instigadores ante la justicia.

"Estos actos de terrorismo, que socavan la estabilidad del Líbano, son inaceptables y no tienen lugar en una sociedad abierta y democrática. Los responsables e instigadores del ataque de hoy (ayer) deben ser llevados ante la justicia para acabar con la impunidad", indicó Annan en un comunicado, leído por su portavoz, Stephane Dujarric.

El secretario general hizo un llamamiento a todas las facciones políticas en el Líbano para que mantengan la unidad nacional en un momento tan crucial.

Pierre Gemayel fue la quinta figura libanesa declaradamente opuesta a la injerencia de Siria en su país, que fue asesinada en los dos últimos años. Pero la pregunta es si éste era realmente un momento apropiado para Siria para cometer un ataque de este tipo. Cuando La formación del tribunal, la convierte en sospechoso automático. Además, Siria se apresuró a condenar el atentado que dijo "tiene el objetivo de atentar contra la estabilidad y la paz del pueblo libanés".

Algunos analistas suponen que no menos automático que acusar a siria , debería ser acusar a Hezbolá, que provocó recientemente una seria crisis en la política libanesa, al lanzar un ultimátum y aclarar que si no se forma un gobierno de unidad nacional en el que haya mayor presencia que hasta ahora de su organización, sacarán a "millones" de personas a las calles para derribar al gobierno.