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La producción de automóviles y vehículos automotores comerciales ha tenido cambios importantes en años recientes. Destaca el alza que se registra en un número reducido de países en desarrollo. En 10 economías se ensambla 75% de autos y vehículos comerciales que se comercializan en todo el mundo. De estas, cuatro son países en desarrollo o, como se denominan actualmente, economías emergentes. Por su importancia son China, Corea del Sur, India, Brasil y México. En conjunto, en fábricas emplazadas en sus territorios se ensambla más de 40% de los automóviles, autobuses y otros vehículos comerciales. China lo encabeza a nivel mundial con 23% del total, más de 18 millones de vehículos en 2011.

En la mayor parte de estas economías la producción se comercializa en el mercado interno. Sin embargo, no es el caso de México. Es en este contexto que debe ubicarse el reciente diferendo entre los gobiernos de México y Brasil a propósito de la exportación de autos entre ambas economías. Lo convenido entre ambos gobiernos, con base en el acuerdo ACE 55 establecido hace una década, fue que por tres años más las exportaciones de vehículos se sujetarán a cuotas, liberalizándose el comercio en 2015. Pero además, se estableció que para ser objeto de las cuotas debe incrementarse el porcentaje de piezas hechas en cada país de 30% actual, a 35% en los tres siguientes años, hasta el 40% en el quinto año. Aquí el énfasis fue de la delegación brasileña.

Como se observa en la gráfica sobre la producción automotriz en México es notable la cantidad de vehículos que se exporta. Lo normal es que del total que se produce, se exporte algo más de 75%. También es normal que gran parte de lo que se comercializa en el país son vehículos importados. Además, las armadoras con matriz en Estados Unidos o firmemente implantadas en ese territorio organizan la producción considerando el conjunto de América del Norte. En Brasil, la situación es radicalmente diferente. En la gráfica sobre la producción automotriz en ese país se constata que la producción para exportación es menor e incluso marginal en algunas empresas.

Del año 2000 a la fecha hay un crecimiento importante de la producción de automotores en Brasil. El crecimiento no se traduce en aumento en las exportaciones. Como se destaca en la gráfica, en forma regular los vehículos comercializados en el extranjero representan más de 20% de lo producido en el país. También es menor el número de automóviles, autobuses y otros vehículos automotores que se importan con relación a ventas internas. Para el gobierno de Brasil es sustancial aumentar la producción de autos en el país y que estos tengan cada más componentes fabricados en su territorio. Además de lo negociado con México, está discutiendo y se plantea aprobar una modificación en las reglas para que un vehículo se considere producido en Brasil. La nueva reglamentación hará énfasis en los contenidos nacionales de las partes que se incorporan a los vehículos y a la mano de obra, sin considerar otros gastos como publicidad y de administración resultado del manejo de la marca. Con base en este criterio se mantendrá 65% de contenido local. Además, desde diciembre de 2011 los autos importados pagan 30% más de Impuesto sobre Productos Industrializados.

Las diferencias en materia de comercio exterior en el caso de la industria automotriz entre los gobiernos de México y Brasil son parte de una divergencia de mayor alcance y dimensión en desarrollo de la industria y ampliación del mercado interno.

En Brasil existe un proyecto en la materia, mientras en México se mantiene la tesis del crecimiento con base en la exportación, que en manufacturas tienen poco contenido nacional. El resultado en México es un crecimiento débil que tiende al estancamiento. Uno de sus resultados es profundizar la desintegración social.

*El autor es profesor del Departamento de Economía de la UAM, Unidad Iztapalapa