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Los movimientos en el tipo de cambio en México serán inciertos ante la volatilidad en los mercados internacionales y por la proximidad en las elecciones en el país, Estados Unidos y Francia.

César Tello, vicepresidente de la Asociación Mexicana de Casas de Cambio (AMCC), estimó que este año el peso cerrará entre 13.20 y 13.80 por dólar.

En el 2012, el pronóstico es complejo, porque hay veces que en un sólo día se devalúa hasta 30%.

Reconoció que en la determinación del tipo de cambio hay varias mezclas económicas, que se ve influenciada por el precio del petróleo, las tasas de los bonos del tesoro de Estados Unidos, la inflación, el PIB, el manejo de la deuda, las reservas, entre otros, “y si todos esos factores se logran, se podrá mantener un tipo de cambio estable”.

No obstante, agregó, el ingrediente “extra” es el proceso electoral en Francia y Estados Unidos, aunque hay la expectativa de una reelección en ambas naciones. En el caso de México, se perciben buenas expectativas con cualquiera de los tres partidos.

Mencionó que el 2011, fue “extremadamente volátil” ya que en unos meses el peso se devaluó 25%, por la crisis europea.

El también director general de la Casa de Cambio Tíber, consideró que hay pocas posibilidades de que las naciones europeas lleguen a un acuerdo en el corto plazo.

No obstante, recalcó que luego de varios meses de turbulencia “la moneda mexicana se estabilizó entre 13.20 y 13.80 pesos por dólar”.

Un estudio de BBVA Bancomer precisó que en México como en otras economías emergentes, el tipo de cambio registró una fuerte depreciación, así como un aumento de volatilidad como consecuencia de la mayor incertidumbre sobre el ciclo económico en Estados Unidos, además de la falta de solución de los problemas de deuda en algunos países europeos. Todo ello elevó la percepción de riesgo en el país.

Recordó que las recientes medidas que anunció el Banco de México buscan preservar el funcionamiento ordenado del mercado cambiario, luego de que se presentó un ligero incremento en el diferencial entre el precio de compra y venta del tipo de cambio y una reducción en su monto de operación.

En anteriores ocasiones, explicó BBVA Bancomer, las medidas de intervención de las autoridades en el mercado cambiario tienen como finalidad de proveer liquidez y atenuar la volatilidad que se observó en este mercado.

No obstante, destacó que el Banco Central admitió que un riesgo para la inflación podría ser un tipo de cambio que se mantenga alto y volátil.