Los tamales son, sin duda, un referente obligado de la gastronomía mexicana en el mundo.

Por eso, Tamalli, empresa que se dedica a la elaboración de este platillo, busca conquistar el paladar de chinos y españoles a través de recetas tipo gourmet.

Con casi 13 años en el mercado nacional, la firma que dirige Enrique Burgos no pierde la esencia que su fundadora, Amparo Espinosa, introdujo al negocio al ofrecer "comida mexicana de forma divertida", en 1993. Son tamales dulces o salados envueltos en hoja de maíz o plátano, y que amarrados por listones de colores, según el sabor, pueden ser acompañados de atole.

Próximo a cumplir un año en la dirección de la empresa, Burgos estima ventas promedio de 400 mil tamales al mes en los siete establecimientos de la compañía, todos ubicados en el Distrito Federal.

Tamalli cuenta con espacio para comedor en cuatro de sus tiendas y tres operan como expendio.

Los tamales tienen un precio promedio de 15 pesos, y en el caso de las recetas gourmet el costo es de 20 pesos.

Según estudios de la propia firma, los tamales cuentan con una proporción 60-40 en masa y relleno.

Las expectativas de crecimiento son favorables, dice el directivo de 31 años de edad, por lo que alista una estrategia para incursionar en mercados internacionales.

De acuerdo con la marca, el incremento en ventas asciende a 30% anual.

Pero antes, Tamalli buscará posicionarse en el interior del país de manera gradual con recursos propios.

En lo inmediato no se contemplan franquicias, aunque hay alrededor de 20 empresarios que se interesan en invertir en el negocio.

Burgos considera, sin embargo, que primero deben consolidarse a través de la apertura de establecimientos propios, y en dos años, quizá hacia finales de 2007, "llegarán las franquicias maestras para cada región".

Para seguir con paso firme, Tamalli implementó un estudio de preferencias entre los habitantes de España y China, países que tienen prioridad en su diversificación de mercados.

El tamal de huevo con chorizo (combinación que creó Tamalli) tiene una creciente aceptación en el país ibérico, manifiesta Burgos.

Esto obedece, continúa el empresario con estudios en Economía por el ITAM y en Tecnologías de la Información por la Universidad de Boston, a la tendencia de consumir carnes frías en Europa.

Y así como este caso, la marca "desarrollará sabores para cada una de las naciones donde incursionará y adaptará el tamaño del platillo según las costumbres de los comensales".

"Hay regiones donde está muy arraigada la práctica de compartir; para esos lugares tendremos presentaciones más grandes", revela.

También trabajan en los detalles para lanzar empaques para 6 ó 10 tamales, con la intención de facilitar su transporte en tiendas de autoservicio y departamentales, y así entrar a comercios exclusivos como El Palacio de Hierro.

Incluso, los tamales de la empresa se comercializan en hoteles y restaurantes como Vips.

Además, la firma cuenta con una línea de alta cocina. Por ejemplo, en el restaurante Águila y Sol hay tamales de conejo que se elaboran por Tamalli.

Con más de 60 trabajadores, 40 de ellos concentrados en la planta de producción, Burgos asegura contar con la infraestructura suficiente para atender grandes cantidades de pedidos.

Pese a contar con una variedad de más de 150 sabores, Tamalli brinda una carta de 15 a 20 tamales según la temporada.

"La idea con ello es variar en la oferta y evitar que los clientes se cansen", explica el directivo.

Aunque la producción es industrial, también hay la opción de cocinar tamales especiales bajo pedido. Aquí se recurre a la cocina tradicional para atender las recetas conforme las dicte el cliente.

Además, el negocio cuenta con la facilidad de entrega a domicilio y surte sus productos para eventos especiales.

"Podemos aceptar pedidos desde un tamal, pero lo conveniente es que sean por arriba de los cinco", refiere.

En el caso de los servicios para eventos especiales, Burgos detalla que hay dos modalidades de atención. Una es cuando personal lleva los tamales y ayuda a servirlos a los invitados, y la otra es cuando sólo se contempla la entrega de las ollas.

Por lo pronto, Tamalli enfoca sus esfuerzos para alcanzar una experiencia satisfactoria en Europa y Asia, continentes a los que llegará -en una primera fase- a través de distribuidores.

"Después abriremos tiendas propias, pero eso llegará en su debido momento", aclara el empresario.

También contemplan al mercado latino de Estados Unidos como una alternativa importante para crecer, adelanta Enrique Burgos.

En tanto, la cadena de establecimientos Tamalli que, entre otros puntos, tiene presencia en Plaza Loreto y Polanco, busca restar ese 80% del mercado que su director estima está en manos de boteros y tamaleros del comercio informal.

Burgos menciona que en la oferta de Tamalli hay de todo: los que más piden son los tradicionales oaxaqueños, chiapanecos, verdes, rojos, de chipilín, de frijol y queso.

Para quienes gustan de lo dulce, hay de zarzamora con queso, piñón y de piña, éstos se acompañan de atoles de cajeta o arroz.