El Instituto para la Protección del Ahorro Bancario (IPAB), Nacional Financiera (Nafin) y la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), los principales accionistas de Aeroméxico, determinaron que la venta de línea aérea será responsabilidad de Nafin, aunque no precisaron una fecha para llevar a cabo este proceso.

Ayer se celebró una sesión del Consejo de Administración, donde los representantes de las instituciones reconocieron además que por tratarse de una empresa pública, Aeroméxico puede ser sujeta de una oferta pública de adquisición por parte de los inversionistas. Esto significa que el proceso de venta no necesariamente implica una licitación al mejor postor, como sucedió con Mexicana, sino que un inversionista puede adquirir las acciones de Aeroméxico que cotizan en la BMV.

Aeroméxico informó que "tan pronto como las condiciones sean propicias" se iniciaría el proceso de licitación, mientras tanto, los accionistas mayoritarios continuarán trabajando en los requerimientos legales que implica la desincorporación.

Explicó que Nafin, actuando en su doble carácter de accionista y coordinador de estos trabajos en representación del IPAB y el gobierno federal por conducto de la SCT, será la única institución autorizada para realizar las acciones del proceso de venta.

A finales de 2004 el gobierno federal, con la recomendación de la Comisión Federal de Competencia, decidió vender por separado las líneas aéreas que concentraba Cintra; Aeroméxico y Mexicana mediante la creación de dos nuevos consorcios.

En noviembre se vendió sólo Mexicana al Grupo Posadas. La falta de ofertas competitivas obligó al gobierno a cancelar la licitación de Aeroméxico y mantenerla hasta lograr mejores condiciones para su venta.