El consumo de multivitamínicos, más que ayudar a solucionar sus problemas de salud, puede representar un gasto innecesario. Sandra Díaz, especialista del Consejo Latinoamericano de Información Alimentaria (CLIA), dijo que las personas llegan a gastar entre 100 y 300 pesos al mes en este tipo de productos, que muchas veces no requiere su organismo.

Para cubrir las necesidades de vitaminas y minerales se deben ingerir 50% de cereales, frutas y verduras; 30% de proteínas y pocas grasas.

Sin embargo, la encuesta urbana de alimentación y nutrición de la zona metropolitana de la ciudad de México reveló que hay un bajo consumo de frutas y verduras en la familias del centro del país.

Ante este panorama, las empresas que se dedican a la venta de multivitamínicos empezaron a proliferar.

En la actualidad hay en el mercado cerca de 20 mil productos de este tipo y de diferentes empresas; tal es el caso de Herbalife, Centrum, Pharmaton y GNC.

Sandra Díaz expuso que los multivitamínicos no se necesitan cuando hay una buena alimentación.

La especialista de CLIA afirmó que cuando se toman estos complementos y el cuerpo no los requiere, simplemente se desechan, y "con ello, el dinero que se invirtió se va a la basura".

Las opciones

Herbalife tiene en el mercado su complejo multivitamínico fórmula dos, que cuesta aproximadamente 270 pesos y contiene 90 tabletas; se recomienda tomar tres al día, según la propia empresa.

En cuanto al multivitamínico Centrum Performance, tiene 150 tabletas y su precio promedio es de 250 pesos.

Pero la oferta va más allá. En el país hay un sinnúmero de compañías que se dedican a la comercialización de este tipo de productos, como son Omnilife, Pharmaton, GNC, Twinlab y las Simivitaminas de Farmacias de Similares.

La American Dietetic Association (Asociación Dietética Norteamericana), la National Academy of Sciences (Academia Nacional de las Ciencias), el National Research Council (Consejo Nacional de Investigación) y otras organizaciones médicas de Estados Unidos coincidieron en que se deben obtener las vitaminas y minerales a través de una dieta bien balanceada.

Sin embargo, ¿qué es más recomendable, un multivitamínico o una comida saludable?

La Sociedad Latinoamericana de Nutrición recomendó una buena alimentación.

Pero en los portales de internet, las compañías que se dedican a este ramo aseguraron que los multivitamínicos son mejores, pues en un mundo cada vez más ajetreado, las personas no se pueden detener a tomar las raciones recomendadas de frutas y verduras.

El Consejo Latinoamericano de Información Alimentaria precisó que consumir vitaminas no significa estar más sano. Algunas las absorberá el cuerpo pero otras no, debido a que los multivitamínicos no tienen micronutrientes especiales de las frutas y verduras que ayudan a otras funciones.

GNC, empresa que distribuye estos suplementos, recalcó que por lo general se piensa que las personas que se alimentan de manera adecuada no requieren de productos especiales; sin embargo, dijo que investigaciones científicas demuestran que el uso de estas fórmulas pueden reducir la aparición de enfermedades que se ligan a déficits nutricionales.

En contraparte, Sandra Díaz expuso que un consumo indiscriminado de vitaminas puede perjudicar a la salud en lugar de traer una mejora en la calidad de vida.

Aseguró que los multivitamínicos deben consumirse por prescripción médica.

"Primero hay que analizar las necesidades del organismo", manifestó.

Comentó que los ejecutivos y amas de casa que tienen una gran actividad laboral y desgaste físico no requieren multivitamínicos en tanto tengan una buena alimentación.

Según la CLIA, los expertos están en favor de los alimentos más que de los suplementos, porque los primeros contienen cientos de nutrientes adicionales, incluso fitoquímicos, que son componentes que se encuentran de manera natural en los alimentos y pueden brindar beneficios importantes para la salud.

Aunque la mayoría de las personas pueden obtener todas las vitaminas y minerales a partir de una dieta balanceada, hay situaciones en las que sería conveniente un suplemento.

Por ejemplo, a los adultos mayores se les puede prescribir alguna vitamina ante la falta de apetito o a las mujeres para protegerse contra la osteoporosis o cuando están embarazadas.

La CLIA recomendó pensar dos veces en tomar altas dosis de vitaminas, ya que ello puede generar efectos colaterales graves.

Incluso, la vitamina D puede causar, de manera indirecta, daño al riñón, en tanto que las dosis altas de vitamina A pueden afectar al hígado.

Sandra Díaz insistió que hay personas que se acostumbran a los complementos, los que al final sólo generan gastos mayores y no producen los efectos deseados.