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El recorte al gasto de Petróleos Mexicanos (Pemex) “constituye un escenario negativo para miles de pequeñas y medianas empresas que rodean a la empresa productiva del Estado”, aseguró Erik Legorreta, presidente de la Asociación Mexicana de la Industria Petrolera (AMIPE).

El representante de 3 mil empresas proveedoras de Pemex consideró que este “ajuste” es uno de los lastres del viejo modelo de monopolio de Estado, que busca romperse con la implementación de la reforma energética: “Lo que estamos viviendo es la reminiscencia del viejo modelo, porque la planeación de Pemex sigue dependiendo de una visión de finanzas públicas, más que una visión económica”.

En el mediano y largo plazo, la reforma energética debería permitir a Pemex mayor margen de maniobra ante las fluctuaciones en los precios del crudo, para que no se vuelvan a tomar decisiones como el recorte al gasto de esta importante industria.

Reiteró que el recorte a Pemex se debe más a la dependencia de las arcas públicas, que a la incapacidad de la empresa del Estado de replantear presupuestos, objetivos y proyectos.

“El anuncio de recortes en reconfiguración de refinerías y proyectos de combustibles limpios tiene razones y consecuencias para el Estado, ya que la importación de prácticamente la mitad de las gasolinas que consumimos tiene un efecto compensatorio, por el diferencial de precios de compra y venta, de ahí que la capacidad de refinación sea lo primero sacrificable ante los bajos precios del petróleo”, dijo.

No obstante, reconoció que la situación obliga a tomar determinaciones difíciles con sentido de responsabilidad administrativa, “pero el recorte de 62 mil millones de pesos al presupuesto de la petrolera es grave, dado el efecto multiplicador que esta empresa tiene con el resto de la economía”.

“Los proveedores de Pemex somos correas de transmisión del sector energético a la economía real”, añadió.

Legorreta detalló que si en este difícil contexto económico Pemex necesita renegociar contratos, “es importante de brinde certeza a proveedores; apoyo y respaldo jurídico necesario para que se facilite la obtención de créditos”.

Comentó que si bien son tiempos de bajos precios del petróleo, también son de invertir: “de poner al país en marcha y no alejarnos de los objetivos que la reforma energética ha planteado.

Esta administración, dijo, apostó por un cambio de fondo en el modelo energético y los bajos precios del petróleo solo deben reorientar, “más no cancelar inversiones en el sector”, tomando en cuenta que se trata de una industria que emplea a un millón de trabajadores directamente.