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En relación con el impacto ambiental del nuevo aeropuerto, la documentación contenida en el análisis costo-beneficio del proyecto señala que —con base en los estudios realizados por el Programa Universitario del Medio Ambiente de la UNAM (PUMA) y el estudio de Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) de Semarnat— los aspectos desfavorables atribuibles pueden ser prevenidos o mitigados.

EL UNIVERSAL tuvo acceso a las principales conclusiones del estudio y las implicaciones para la construcción del NAICM:

En el rubro de contaminación se detalla que la construcción del NAICM ocasionará la generación y propagación de ruido por navegación aérea en las áreas próximas a su ubicación.

Las molestias generadas por este tipo de ruido pueden llegar a generar daños significativos en la calidad de vida de las personas que van desde interferencias en la comunicación diaria a daños auditivos.

Debido a esto, considera el estudio que es importante planear el desarrollo urbano de las zonas aledañas al aeropuerto, conforme a los estudios de propagación de ruido y de esta forma minimizar su impacto.

Sobre los análisis de desarrollo urbano realizados por PUMA, el crecimiento poblacional inducido por el NAICM en su zona de influencia será menor al que se generará por las tendencias actuales de crecimiento observadas en la ZMVM.

Por lo tanto los efectos ambientales por la construcción y operación del nuevo aeropuerto serán de menor magnitud que los causados por la expansión urbana que se observará en los siguientes años.

En cuanto a la diversidad biológica, el estudio de PUMA concluye que el proyecto del NAICM no pone en peligro de extinción a las especies de importancia biológica, debido principalmente a que los terrenos donde se ubicará nuevo aeropuerto han sido cubiertos por terrenos de cultivo o asentamientos humanos y por lo tanto las áreas con vegetación natural sólo representan un pequeño porcentaje de la zona total.

Por esa razón, más del 50% de las especies que se ubican en la zona son especies asociadas a ambientes perturbados.

Por otro lado, aunque la construcción del aeropuerto afectará áreas con cuerpos de aguas estacionales que albergan una amplia variedad de especies vegetales y animales, ninguna de estas especies estará en peligro de extinción debido a su distribución geográfica y abundancia en otras zonas del país.

Las recomendaciones

Los estudios de impacto ambiental recomiendan cinco acciones para mitigar los impactos ambientales: regular el uso de suelos de los terrenos colindantes al NAICM de acuerdo con los niveles de ruido pronosticados; desarrollar un diseño de la infraestructura vial y conexiones con el transporte público que conecten el NAICM con la ZMVM que busque evitar que el proyecto agrave los problemas viales y de transporte de la zona; garantizar una cuidadosa planeación del desarrollo urbano inducido por el proyecto a fin de reducir al mínimo los efectos negativos sobre la fauna, flora y niveles de contaminación del aire local.

Además, reestablecer y mejorar las condiciones de los cuerpos de agua que se proponen modificar por medio del establecimiento de humedales artificiales y la restauración de los corredores biológicos para aves en la región del Valle de México, como son la Laguna Nabor Carrillo, el Lago de Zumpango y el Lago de Xochimilco, entre otros.

Finalmente, recomiendan mantener una separación en trayectoria de aproximadamente 3 mil 048 metros (10 mil pies) entre las cabeceras de las pistas de los cuerpos de agua situados al sur de la zona del ex lago de Texcoco, para disminuir el riesgo aviar.