maria.saldana@eluniversal.com.mx

Las finanzas públicas podrían enfrentar dificultades en el mediano plazos si el gobierno mantiene un gasto que se basa en déficit y endeudamiento, situación que para el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) se complica más porque el mercado interno no “registra resurgimiento” y el entorno económico mundial es volátil.

Por ejemplo, está el riesgo de que el desplome de los precios del petróleo afecte las finanzas a pesar de las coberturas, hay desconfianza entre los inversionistas por la inseguridad y el gasto no refleja mayor impacto en la economía, entre otras cosas.

Frente a ese panorama, el CEESP afirmó que pudiera pensarse en un IVA generalizado que incluya un mecanismo de compensación para los estratos de menores ingresos, porque hoy la política fiscal beneficia a los que más ganan y gastan.

Hay que mejorar la política tributaria para incentivar el pago de impuestos y la inversión, ejercer el gasto público con mayor eficiencia, porque éste no impulsa el crecimiento, y estudiar nuevas formas de recaudación, que logren simplificar y permitir un sistema de seguridad universal.

El CEESP, que dirige Luis Foncerrada, advirtió que la caída de los precios del petróleo hace menos atractiva la participación de los inversionistas en proyectos de hidrocarburos, lo que limitará los beneficios esperados de la reforma energética, además de que inhibirá el fortalecimiento de las finanzas del país.

“El mercado petrolero se está convirtiendo en un factor que puede tener una incidencia negativa en el desempeño de la economía. De continuar la baja de los precios internacionales del petróleo, como lo anticipan los expertos internacionales, los ingresos públicos podrían verse afectados a pesar de las coberturas contratadas por la Secretaría de Hacienda y de la depreciación del tipo de cambio”, afirmó el organismo.

Pese a que en los últimos meses de 2014 se registra un mejor comportamiento de la actividad productiva, “no necesariamente es algo para festejar”, porque sigue la volatilidad de los mercados externos. Así que, ante tal panorama los pronósticos de crecimiento para 2015 se han corregido a la baja, por lo que según la encuesta de Banco de México las expectativas están entre 2.19% y 3.51%.

La producción de la manufactura estadounidense mejora y es un incentivo para la industria mexicana, pero esa aceleración solamente se registra en unos cuantos sectores y “no es suficiente para hacer que el ritmo de crecimiento económico (de México) se acelere en el corto plazo”, explicó.

Falta crecimiento interno

En la parte interna, el CEESP subrayó que no hay crecimiento, que el gasto público no puede seguir basándose en déficit y endeudamiento porque generará problemas a mediano plazo y que debieran hacerse mejoras en el sistema tributario.

“Enfrentamos un ambiente de incertidumbre que se ha ido fortaleciendo por la inseguridad, impunidad y corrupción que priva en el país, lo cual podría mellar la confianza de los inversionistas nacionales y externos para invertir sus recursos en nuestro país. Es por ello que una prioridad debe ser realizar los esfuerzos necesarios para mejorar la situación y entonces también la percepción de nuestro país en el ámbito mundial”, aseveró el CEESP.