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El Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) condicionó la compra de Iusacell por AT&T y dijo que primero Televisa debe separarse de manera estructural del operador móvil, del que detenta 50%, a fin de mantenerla apartada de los negocios de telecomunicaciones de esta empresa.

“El pleno del Instituto Federal de Telecomunicaciones resolvió autorizar dos concentraciones, sujetas al cumplimiento de condiciones, que implicarán la separación estructural definitiva de Grupo Salinas y Grupo Televisa en la provisión de servicios de telecomunicaciones, y la incursión de AT&T como competidor en la provisión de servicios de telecomunicaciones móviles en México”, expresó el instituto en un comunicado este domingo.

El 12 de diciembre pasado, el regulador autorizó a Televisa vender su 50% en Iusacell por 717 millones de dólares (mdd), y a su vez condicionó la adquisición por parte de AT&T, el 15 de diciembre, en una operación valuada en 2,500 mdd.

“En caso de que las empresas no acepten las condiciones impuestas por esta autoridad, o las acepten, pero las incumplan, se tendrán por no autorizadas para todos los efectos legales a que haya lugar”, subrayó el IFT.

Entre las condiciones está que Grupo Salinas divida en dos los negocios de GSF: uno en el mercado de telefonía móvil que compete a Iusacell y otro el de telecomunicaciones fijas donde se encuentra TotalPlay.

“Al resolver sobre la segunda concentración, el pleno del Instituto tomó en consideración la relación que AT&T mantuvo con América Móvil (Telcel), principal operador de servicios de telecomunicaciones móviles en México”, dijo el IFT.

La transnacional estadounidense fue por varios años el segundo mayor accionista de América Móvil, la firma que controla a Telmex y Telcel, hasta inicios de 2014, cuando desinvirtió en la empresa con el fin de dar más certidumbre a las autoridades reguladoras en Estados Unidos sobre su intención de comprar al gigante de la TV de paga DirecTV.

Televisa dejó a Iusacell… y a TotalPlay. La venta del 50% de Iusacell significó para Televisa la pérdida tanto del operador móvil como de la firma de televisión de paga TotalPlay, por lo que cayó su participación en este mercado, dio a conocer el IFT.

“Grupo Televisa, al dejar de tener participación accionaria en Total Play, disminuiría su participación en la provisión de servicios de telefonía fija, acceso a Internet fijo, TV restringida y arrendamiento de enlaces dedicados”, aseguró el regulador en la resolución UCE/CNC-005-2014 del 12 de diciembre.

El Instituo pidió a Grupo Salinas quedarse con el control de Total Play con el fin de asegurar la independencia de esta compañía en el mercado de la televisión de paga.

El IFT dio 30 días para presentar documentar que se realizó la operación.

Las condiciones que nunca se cumplieron. La información deja ver, además, que los condicionamientos impuestos por la extinta Comisión Federal de Competencia (CFC) cuando autorizó la operación entre Televisa y Grupo Salinas hace más de dos años, nunca cobraron efecto, pues una serie de amparos de ambos grupos empresariales impidieron que se ejecutaran estos compromisos que las autoridades habían impuesto para evitar daños a la competencia tanto en el sector de televisión restringida como el de TV abierta.

El extinto regulador exigió a Televisa y Grupo Salinas desligar la operación de TotalPlay de GSF con el fin de mantenerlo como una firma independiente que continuara su competencia en el mercado de TV de paga.

“El propósito de esta condición es evitar los riesgos identificados en la resolución con respecto a la eliminación de un competidor”, explicó entonces la CFC, quien les dio un año para realizar esta operación.

Sin embargo, las empresas promovieron dos juicios paralelos a la concentración, debido a que consideraron que la CFC había caído en una falta en el proceso al “reiterarles” la entrega de información para continuar con la investigación.

Si bien era una práctica que consideraban común en el interior de la comisión, no existía en la legislación, por lo que un juzgado determinó que se extralimitaron en sus facultades.

La CFC ganó… pero al final perdió. Derivado de esta resolución, las dos compañías habían quedado exentas de cumplir cualquier compromiso.

La CFC combatió esta decisión desde 2012, al considerar que si bien había quedado firme el amparo, el Juzgado Segundo de Distrito del Centro Auxiliar de la Primera Región cayó en una contradicción en su resolución 713/2010, pues le dio libertad para concluir el procedimiento, sin tomar en cuenta esta reiteración de información; pero al mismo tiempo pedía que se hiciera valer la afirmativa ficta en el caso.

Pero el Décimo Tribunal Colegiado en Materia Administrativa, a través del recurso de queja 112/2013, determinó que el caso debía regresar a la autoridad para que determinara cómo proceder en el caso.

“En estricto cumplimiento de la ejecutoria, el 9 de diciembre de 2014, el pleno del Instituto dejó sin efectos las resoluciones emitidas por la CFC sobre esa concentración y emitió otra en la que determinó que ese organismo regulador resolvió fuera del plazo que la ley le otorgaba, por lo que operó la figura de afirmativa ficta sobre la concentración”, expresó este domingo el instituto.

Al final, ninguna de las condiciones impuestas a Televisa-Iusacell se cumplió tras más de dos años de una aventura que está a punto de finalizar, debido a las diferencias entre Emilio Azcárraga Jean y Ricardo Salinas Pliego, los dos mayores grupos de la televisión abierta.