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Aun cuando las reformas estructurales hayan alcanzado su plenitud en el largo plazo, el Fondo Monetario Internacional (FMI) estimó un crecimiento más moderado que el esperado por las autoridades del país, pues solo prevé que el Producto Interno Bruto (PIB) nacional se expanda 3.8% para 2019.

Este incremento está lejos del 5.3% que anticipa la Secretaría de Hacienda y Crédito Público para 2018 y que hizo oficial en el Programa Nacional de Financiamiento del Desarrollo (Pronafide), o, incluso, de las recientes declaraciones del gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, en Nueva York, donde también previó tasas de 5% para el cierre de este sexenio.

Los escenarios, tanto de Hacienda, como del banco central del país, incorporan los beneficios de las reformas estructurales aprobadas el año pasado.

De acuerdo con el informe Perspectivas económicas mundiales del FMI, que publicó el organismo con motivo de la Reunión Anual de Primavera, la expansión económica de México en cinco años sumará menos de un punto porcentual de lo que se espera para 2014.

Según las estimaciones de la institución financiera, el PIB mexicano crecerá 3% en 2014. Sin embargo, este pronóstico no incorpora aún los beneficios de las reformas estructurales en materia energética y de telecomunicaciones, principalmente. Es para 2015 cuando la organización reconoce un impulso por estos cambios estructurales y que harán que la economía se expanda a 3.5%.

Aunque no hay previsiones para 2016, 2017 y 2018, el FMI hace un pronóstico hacia 2019 para todas las economías y la mexicana resalta por tener una expectativa de 3.8% para ese año.

Al cuestionarle al director adjunto del Departamento de Pesquisa sobre México en el FMI, Gian Maria Milesi Ferretti, sobre el potencial que tienen las reformas estructurales a largo plazo, reiteró que es de casi un punto porcentual adicional a lo que se prevé que crezca México en 2014.

“En nuestros pronósticos del PIB mexicano pensamos que el potencial de crecimiento es de 3.8%, que es un poco la idea que tenemos de lo que pueden generar las reformas estructurales”, dijo.

Consideró que un punto porcentual más al PIB mexicano es mucho, porque se trata de una expansión de 25% de lo que hoy crece el país, cifra que, añadió, hará mucha diferencia.

El desafío del país, dijo Milesi, es la implementación de las reformas, donde debe quedar claro el marco legislativo para que haya un impacto importante sobre la inversión.