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Entrevista. "Tenemos que demostrar el doble"

Marco Payán| El Universal
Sábado 08 de marzo de 2014
<b>Entrevista.</b>

CONTRASTE. Aunque no se trata de una cuestión de cuotas, es relevante cómo en México tenemos más legisladoras mujeres que en Estados Unidos o Canadá, destaca. (Foto: ARCHIVO EL UNIVERSAL )

Marinela Servitje, directora de Siete Colores

marco.payan@eluniversal.com.mx

La invitada en el G-20, para discutir temas relacionados con el Capital Humano, cree que el criterio para medir el progreso es por medio de la competencias que la persona tiene para realizar un trabajo. Aunque no se trata de una cuestión de cuotas, es relevante cómo en México tenemos más legisladoras mujeres que en Estados Unidos o Canadá (en proporción). Pero como directivas de empresas “vamos lento”.

¿Cómo medir el desempeño del capital humano, tanto para hombres como mujeres?

Por competencias. El Capital Humano es tan importante como el capital financiero de cualquier empresa. En mi experiencia de más de 30 años de vida laboral, las personas son lo más importante. Yo me voy más por el talento que por el género.

¿Cómo está la situación en México?

Al nivel de la escuela, pública y privada, es prácticamente mitad y mitad (de hombres y mujeres). Nos vamos muy parejos. En México hemos encontrado en la prueba Enlace que las niñas lo hacen mejor que los niños. Son más “macheteras”, ya que la prueba Enlace es más memorística. Hay que ver cuando cambie el modelo a competencias (con la reforma educativa), a ver si las niñas lo hacen tan bien como los niños.

¿Y en el campo laboral?

La fuerza de trabajo son más o menos 37% mujeres y el resto son hombres. Ahí ya hay una distancia entre hombres y mujeres.

Algunas hacen la carrera y toman la decisión de quedarse en la casa y ya no entrar al mercado laboral. Hay algunas empresas que pueden tener hasta 40% de mujeres, pero en niveles administrativos, secretariales, de apoyo y en ventas. En los puestos gerenciales se va reduciendo el número de mujeres.

¿Y mujeres en puestos de dirección?

Según diferentes estudios, algunos dicen que pueden llegar a ser el tres por ciento, y en otros, máximo el 10% (de mujeres en puestos directivos).

Si bien la mujer está aprovechando las oportunidades educativas, está aspiracionalmente queriendo un título, pero después lo piensa más si quiere ser la directora de la empresa o no.

Los estudios de Gina Zabludovsky muestran que hay más mujeres directivas en Pymes, como escuelas, papelerías, pastelerías, salones de belleza.

En las grandes empresas, encontramos que, o no les dan suficientes oportunidades para llegar hasta arriba o son ellas mismas quienes, por temores o por tiempo, se descartan.

¿No son más productivas las mujeres en puestos altos?

Nosotras tenemos que demostrar el doble. Tienes que demostrarte a ti misma y a tu consejo que competitivamente eres igual o mejor, porque hay ese prejuicio social, por lo menos en México, de “a ver si la hace”.

No es el caso de General Electric, Avon, Manpower, Siemens, entre otras, que han tenido a mujeres como directoras en México.

Los consejos de las grandes empresas no sé qué tan listos están para poner a una mujer directora, porque es el consejo (board) el que decide si ponen a una directora o director al frente de la empresa.

A veces en el consejo hay mujeres. En la India el 14% de los consejos tienen mujeres.

En México, puede llegar al 6%. A veces los boards están compuestos también por los dueños y dueñas.

¿No se debe a que muchas de estas empresas grandes son transnacionales y es el consejo fuera de México el que lo decide?

Puede ser. Hay que ver en los consejos nacionales qué tanto están dispuestos a darle la dirección a una mujer.

¿Cuáles son los retos para las mujeres que quieren ser directoras?

1) Las mujeres tiene que prepararse al máximo. No nada más en las competencias que son propias de un trabajo (como las administrativas).

También se tiene que capacitar en la parte emocional, en trabajo en equipo, el diálogo, resolución de conflictos, manejo de crisis, inteligencia emocional, saber hablar, saber comunicarte por escrito y verbalmente; las competencias soft. No solo se trata de ser una técnica: “Tengo que tener confianza en mí misma, a estar frente a un micrófono, saber expresarme, saber leer un estado de resultados, un estado financiero”.

2) Saber aceptar lo que creas que sí puedes hacer. Si no están seguras de que van a poder, no se avienten. Debes conocer muy bien el perfil del puesto y conocer si tú tienes ese perfil de lo que están demandando de ti.

¿Cómo está la oferta de mujeres directivas en México?

El avance de las mujeres en empresas grandes va lento en México. En Estados Unidos va más rápido. Me he dado cuenta de quiénes son las de The Most Powerful Women (la lista de Forbes), la de PepsiCo, Indra (Nooyi) y su seguridad en ella misma, la que era de Sara Lee, la de eBay, la Hewlett-Packard.

Son mujeres que no han perdido su feminidad, bien preparadas, muy competitivas, con mucha seguridad, mucha autoestima y siguen siendo muy mujeres en las cosas que les preocupan.

¿Qué apoyos se requieren?

Falta apoyo institucional para el cuidado de los hijos. Ojalá los colegios fueran de tiempo completo y las mujeres se pudieran quedar en el trabajo hasta las cinco. Para muchas mujeres profesionistas ejecutivas la jornada hasta la cinco de la tarde sería lo mejor que les pudiera pasar. En las escuelas públicas ahí va, poco a poco. Eso ha pasado en España y en Uruguay.

¿Qué factores culturales influyen?

Todavía hay un factor cultural de machismo. Está mal visto que llegue una mujer a dar instrucciones. Lo viví, me daban apodos, pero nunca supe cuáles eran. Lo sabía porque se hablaban por el radio antes de que yo llegara ¡Hasta había una clave! Ese tipo de cosas reflejan que hay machismo.

Hay ciertas conductas que como mujer no toleras, como el machismo y el acoso. A veces eso no es bien aceptado. Creo que las mujeres tendemos a proteger a las mujeres del acoso, bullying.

¿No son también más flexibles con los horarios de otras mujeres?

Claro. En el Papalote (el museo del que fue directora), quien tenía hijos menores de cinco años, podía trabajar con horario corrido y salir a las cinco. Todas lo preferían. Era una política. Lo mismo si le tocaba al papá cuidar a su niño.

¿Qué te gustaría que sucediera en México?

Me encantaría que las empresas le dieran más oportunidades a las mujeres que están dentro de sus empresas para ir escalando por medio de programas para ser directivas. Y que las mujeres también tengan confianza para poderlo hacer, porque parece que siempre es el mismo grupito de mujeres. Hemos avanzado pero no lo suficiente. Cada vez hay más mujeres profesionistas, pero falta romper el techo de cristal, la confianza, y decir “yo puedo”.



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