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Pequeño comercio en riesgo

Oscar González Escárcega | El Universal
00:05Martes 30 de julio de 2013
Las tiendas de conveniencia estn dirigidas totalmente a un consumidor distinto al que por lo regula

SERVICIO. Las tiendas de conveniencia están dirigidas totalmente a un consumidor distinto al que por lo regular está abocado a dar servicio el las tienditas. (Foto: ILUSTRACIÓN: ISMAEL ÁNGELES )

Hay un millón de tiendas en el país; viven 5 millones de ellas

cartera@eluniversal.com.mx

Bertha Zavala fundó su tienda de abarrotes en 1976 sobre la calle Donato Guerra número 7, en la colonia Cuauhtémoc. La avenida Bucareli era de doble sentido, corría aún el tranvía y era una zona viva y privilegiada de la Ciudad de México.

Con las ganancias de la tienda logró sacar adelante a su familia, sus clientes eran de las oficinas aledañas, principalmente de EL UNIVERSAL. Ahora sus ventas han bajado casi 50%, las tiendas de conveniencia, el decaimiento de la zona y hasta el Metrobus que corre por esa calle provocan que las perspectivas de la señora Zavala no sean buenas.

Es el caso también de Guadalupe Hernández, quien fundó Abarrotes Lupis hace ocho años, por el rumbo de la colonia San Álvaro, junto a Clavería en Azcapotzalco. No ve con optimismo el futuro de su tienda, ya que los cuatro minisupers de conveniencia que la rodean, han provocado una caída en sus ventas de 50%.

Sin embargo, doña Guadalupe está empeñada en sostener y modernizar su tienda ya que gracias a ella, pudo mantener y sacar adelante a sus dos hijos; ahora recibe pagos con tarjetas de crédito y débito y vende, por ejemplo, tiempo aire de las compañías de telefonía celular.

No es el caso de Fidelia Aceves, dueña de una tienda de abarrotes ubicada en la colonia San Pedro de los Pinos, en la Calle Uno, quien confía en que la atención que brinda a sus clientes con más de ocho años y la venta de productos a granel como jamón y queso, sean suficientes para competir con la tienda de conveniencia que abrió a menos de 100 metros.

Hasta ahora sus ventas no han sido afectadas, sus clientes le han confirmado que los precios son más caros en ese tipo de tiendas, aunque reveló que la competencia es un poco desleal y fuerte, ya que las grandes empresas de pan o frituras no surten ciertos productos a las tiendas de abarrotes para que sólo se puedan hallarlos en las de conveniencia.


Última opción en la formalidad

Los pequeños comercios en México representan la última opción de muchos mexicanos para generar un ingreso y permanecer dentro de la economía formal; es el último escalón -dicen los especialistas entrevistados por EL UNIVERSAL- antes de caer en el comercio no regulado, la informalidad o inclusive en la migración o la delincuencia.

El sector enfrenta circunstancias tan diversas que van desde las leyes impositivas a cigarros y refrescos, que son sus principales productos de venta, hasta el entorno económico nacional, la excesiva competencia y proliferación de pequeños negocios, falta de capacitación y modernización de los llamados changarros y un entorno económico, que ha su forma de ver prendió sus focos amarillos.

Cuauhtémoc Rivera, presidente de la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec), comentó a EL UNIVERSAL que en el país son casi un millón los establecimientos clasificados como pequeños comercios que van desde tiendas de abarrotes, tlapalerías, ferreterías, papelerías y recauderías hasta estéticas y las peluquerías.

Otros giros como farmacias, lavanderías y tintorerías han ido despareciendo como pequeños negocios individuales para dar paso a las grandes cadenas y franquicias en ciudades con más de cien mil habitantes.

"El pequeño comercio en el país es un tejido social económicamente activo de más de un millón de puntos de venta del cual viven cinco millones de personas, en promedio, de manera directa, y abastece a más de 20 millones de mexicanos", aseguró Rivera.


Situación difícil

Dijo que en la mente y en los bolsillos de los comerciantes en pequeño están muy presentes los números oficiales dados a conocer el mes pasado sobre las perspectivas de crecimiento, "nosotros vemos que hay un escenario económico cada vez más adverso que se le ha llamado desaceleración económica", alertó.

"La recaudación del IVA cayó en el mes de abril 12% comparándolo al mismo periodo del año anterior y la del IETU, 10.2% en mayo con respecto al mismo mes de 2012, el desempleo creció a una tasa del 5.04% con respecto a la población económicamente activa y la informalidad laboral aumentó, llegando al 60% de la población ocupada en abril; la inflación ha repuntado a un 4.6% en marzo y estamos hasta casi cuatro veces más alto que la OCDE", recordó.

"El pequeño comercio es una caja de resonancia de estos efectos y que opera como una suerte de autoempleo al que han llegado los mexicanos que no han encontrado una opción laboral en el país, muchos de los comerciantes son desempleados que ponen la tiendita como último recurso", aseguró Rivera.


Tiendas de conveniencia ¿un peligro?

Las tiendas de conveniencia como negocio de caja chica de los grandes corporativos ha proliferado en distintos lugares de las principales ciudades y poblaciones del país, a pesar de ello Cuauhtémoc Rivera consideró que aún no representan peligro real para el pequeño comercio.

"Las tiendas de conveniencia obedecen a un plan de negocio y están dirigidas a un target, a un consumidor totalmente distinto al que por lo regular está abocado a dar servicio el pequeño comercio o las tienditas, en tanto que las franquicias son puntos de venta estratégicamente situados, céntricos, de alta movilidad urbana, a pie de vía de las grandes metrólpolis", aseveró Rivera.

Dijo que en cambio, el pequeño comercio está en "el tuétano" de los barrios, de las colonias y los suburbios con lo cual atiende a otra clientela, "actualmente son más de 15 mil puntos de venta de conveniencia en el país y por más que llegaran a crecer, no estarían en condiciones de competir ni creo que lo pretendan, en el mercado al cual servimos en el pequeño comercio".

El representante del gremio explicó que el pequeño comercio sirve a su comunidad en una especie de banca social que da apoyo a sus conocidos, a los vecinos, "son tiendas más focalizadas a ese tipo de mercados, al que maneja dinero en efectivo, al que pide fiado, al que se le presta todavía el embase de refresco o al que se anota en la libreta", manifestó.



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