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Ayer comenzaron los desfiles de alta costura para la próxima temporada invernal 2009 y una de las marcas más esperadas por su estilo dramático y elegante es, sin duda, Christian Dior.

El gibraltareño, John Galliano, dio cátedra —una vez más— de la sofisticación y buen gusto que debe incluir una colección de haute couture; además, le otorgó un giro más carnal al new look creado por monsieur Dior en 1947, el cual se caracterizaba por una silueta ceñida que destaca los hombros, la cintura y las pantorrillas de una mujer.

La propuesta de Galliano define la sensualidad femenina a través de vestidos strapless con volumen en las caderas, encajes y transparencias, chaquetas con corsé integrado, y prendas con animal print; sin embargo, uno de los puntos claves de la pasarela residió en la delicada presencia de sutiles ligueros y pantaletas que simulaban a una dama a medio vestir.

Estas piezas fueron combinadas con blusas de satén, faldas traslúcidas, galas nocturnas con aberturas al frente y sacos muy entallados.

El diseñador, de 48 años, se inspiró en una clara dualidad que juega con la mujer que es esposa y amante, por supuesto, valiéndose del estilismo típico de la década de los 40; además, Galliano sorprendió al mantener un bajo perfil, el cual hizo a un lado la acostumbrada fastuosidad de sus pasarelas para darle paso a un espectáculo más discreto.

¿Cuál crisis?

Pese a la débil situación financiera mundial, los desfiles de alta costura son uno de los eventos más esperados por la industria fashionista.

Durante tres días se llevarán a cabo las pasarelas de prestigiadas firmas como Chanel, Jean Paul Gaultier, Armani Privé, Givenchy, Valentino y Christian Lacroix; de hecho, este último exponente presentará su colección tras haber declarado a su firma homónima en bancarrota el pasado mes de mayo.

Esta temporada, la legendaria maison, ex propiedad del número uno mundial del lujo, la firma francesa LVMH, y luego del grupo estadounidense Falic, afronta un futuro incierto que, en el terreno de los desfiles, se traducirá en una pequeña presentación donde tan sólo se exhibirán 20 atuendos.

Pero esta actitud conservadora no es exclusiva del diseñador francés Lacroix, el ambiente que rodea a la haute couture 2009 es más mesurado y parece declinarse por propuestas sin muchos brillos ni adornos excesivos.

Desde la temporada pasada, Karl Lagerfeld, director creativo de Chanel, comenzó esta tendencia, presentando una colección sencilla que tuvo al color blanco como estrella principal; por lo tanto, no es de extrañar que ahora John Galliano haya decidido mostrar a sus modelos con menos prendas encima.

No obstante, la alta costura continúa siendo el espectáculo de mayor impacto publicitario indirecto para la población media de países orientales y occidentales ya que, aunque este sector no representa ganancia alguna para las marcas, ayuda a mantener vigente la vertiente más exclusiva de la moda mundial, mientras un grupo selecto —y cada vez más reducido— de clientas se encarga de conservarlo a flote.

Además, el número de modistos que se presentan dentro de este magno evento ha ido en aumento.

Actualmente, nombres como el libanés Rabih Kayrouz o la firma Alexandre Matthieu —prácticamente desconocidos en París— prueban suerte por primera vez, mientras que unos 15 artistas, entre ellos los también libaneses Georges Chakra y Georges Hobeika, lo hacen fuera del calendario oficial.

También, desfilarán las creaciones de Franck Sorbier, Adeline André, Anne Valérie Hash, Dominique Sirop, Maurizio Galante y Stéphane Rolland.

Aunque cada uno de los componentes de la Semana de Alta Costura de París debe cumplir ciertos requisitos para pertenecer a tan distinguido gremio (como diseñar ropa bajo pedido y a la medida de clientes privados), dichas cláusulas han tenido que suavizarse en aras de preservar el futuro del ramo fashionista.