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¡Por fin, mi primera casa!

Inmaculada Tapia| El Universal
Miércoles 07 de mayo de 2008
No dejes que el reto te paralice, ni que el entusiasmo te lleve a la quiebra; hay cuestiones que tienen prioridad y otras no; checa tips

La primera vivienda. Un espacio propio, lejos de la protección de papá y mamá. Un lugar para vivir y, tal vez, compartir. Vértigo y muchos gastos. ¿Cómo elegir lo básico? Haz un recuento, hay elementos esenciales en los que es imprescindible invertir.

Menaje de cocina, ropa de cama, de baño, lámparas y el mobiliario imprescindible se acumula de pronto en la cabeza. No sabemos por dónde empezar, pero hay unos básicos que no podemos pasar por alto.

EN LA CASA

Tanto si es en alquiler o propia, si es necesario hacer una pequeña reforma para instalarte, no pases por alto detalles como los enchufes. Después no tendrán remedio y las obras a posteriori son muy molestas.

Asegúrate de que tiene los puntos de luz adecuados para la iluminación que deseas colocar y los electrodomésticos que quieras instalar.

La cocina y el salón son dos de los lugares donde siempre se acaba echando de menos una conexión o dos. El equipo de música con el que no contábamos, el exprimidor de jugo no tiene hueco después de enchufar el microondas… no te olvides, cuenta bien y te será provechoso. No es recomendable el uso de clavijas múltiples que, por norma, se suelen recalentar.

EN EL DORMITORIO

No minimices la importancia del descanso ni escatimes gastos para ello. Es primordial, para encarar el día, dormir con plenitud. En este sentido no dejes de gastar lo necesario, el presupuesto puede recortarse en otras cosas, quizá el reposet pueda esperar, pero no el colchón. Deja de pensar que el próximo será mejor.

Un buen colchón, incluso aunque no tenga soporte sobre el que colocarlo, es fundamental. Tu cuerpo te lo agradecerá, tu columna no admite esperas. No des tregua en este sentido.

Las cortinas tienen otro momento, y no digamos las alfombras u otros complementos.

El latex es la estrella de los materiales en colchones. Se adapta como un guante a la forma del cuerpo y facilita el descanso. Apuesta por él.

Opta por un edredón de plumas para el invierno, los hay adaptables a cada época del año, de forma que son dobles y se colocan individualmente en función del frío o calor que sientas.

EN LA SALA

Compra poco a poco y así serás más consciente del espacio. El sofá o un sillón puede ser lo primero; la televisión suele ser vital en muchas casas y las puede encontrar económicas.

Si no te has decidido a comprar el librero, forra con papel de colores la caja en la que vienen los libros y eso te servirá de apoyo para empezar.

Piensa si quieres una librería empotrada antes de entrar a vivir, de nuevo te evitarás obras posteriores.

Éste suele ser el espacio para colocar los equipos de música, busca el lugar adecuado.

Si has decidido posponer las cortinas, pero quieres algo de intimidad, no olvides los papeles de colores transparentes con los que hacías manualidades de pequeño. Pueden sacarte del apuro por un tiempo.

Compra una mesa práctica que pueda desplegarse en caso de que lleguen invitados.

EN LA COCINA

Una olla express para cocer verduras y preparar algún guiso (si te atreves); un par de cazuelas de tamaño medio —nunca elijas las más pequeñas, las grandes sirven para lo abundante y para lo menudo—; dos sartenes; un par de fuentes para presentar carnes y pescados y con eso puedes lanzarte a cocinar.

Seis platos hondos y extendidos; seis vasos y seis copas; una pareja de fuentes para ensaladas; tenedores, cuchillos, cucharas y tazas de desayuno y café, así como un juego de buenos cuchillos, un cucharón y una espumadera serán suficientes para servir. No olvides la cafetera.

EN EL BAÑO

Si tienes un poco de espacio debajo del lavabo, es el lugar más práctico para almacenar. Lo fundamental es que sea operativo y confortable.

No olvides el secador de cabello, que puedes fijar en la pared. El baño es un lugar de placer; habilita espacio para cada uno de los productos que acondicionan tu cuerpo.

Elige ropa de baño delicada y duradera, no te conformes con cualquier cosa. Déjate arropar por una gran toalla, como cuando eras niño; este detalle elevará al máximo tu ánimo.

Todos estos son los recursos básicos para montar tu primera casa. Velos ampliando sobre la marcha.



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