Las siete de la mañana y despiertas con un sobresalto. Has tenido una horrible pesadilla: Él se fue, sin decir adiós y ahora tú estás sola como un ermitaño. Después de tranquilizarte repasas el sueño y te das cuenta de que no fue tal, pues en efecto, se alejó sin decir ni pío.

Me reuní con un grupo de amigas de la universidad para averiguar cómo afrontamos las mujeres este tipo de situaciones y resultaron cosas muy interesantes. Aquí te comparto algunas de las más útiles.

Una historia recurrente

Recuerda que no eres ni la primera ni la última persona a la que le pasará esto, así que es mejor que sigas adelante con tu vida.

Aunque de momento lo normal es que sientas ganas de entregare a la depre, evítala al máximo. Si lo piensas un poco, en vez de hacer drama deberías alegrarte y dedicarte a "desaparecerlo" de tu mundo. Lo más probable es que, en el futuro, esa relación te haría la vida imposible.

Como casi todos cuando se trata de aferrarnos a alguien, tú seguiste un patrón: en un principio, creíste que era el chico ideal. Salieron, se la pasaban bien; ¡tenían tanto en común!, pensaste que estaban hechos uno para el otro... ¡Y le abriste el corazón!

Un buen día te dejó de llamar o te mandó un correo inventando miles de pretextos para no verte. Y tú, claro: te "exiliaste en casa para llorar su ausencia".

El rechazo es una sensación tan "dolorosa", que puede acabar con tu autoestima; pero ponte a pensar si realmente esa persona merece que estés hundida en la tristeza.

¿Cómo superarlo?

El proceso para recuperarse de una decepción amorosa es largo. A veces recaerás, pero lo importante es que tengas la voluntad de salir de esa oscuridad.

. Comienza por quitarle el poder que le diste para hacerte sentir bien o mal.

. El dolor que sientes es normal, y si no lo manifiestas, crecerá; así que puedes darte el lujo de deprimirte dos o tres días, no más.

. No trates de volver con él. Con esto no quiero decir que seas orgullosa, pero honestamente, si ya te ignoró una vez, ¿para qué lastimarte más?

. Trata de no alejarte de las amigas. La solidaridad femenina siempre es un buen apoyo en estos casos y ellas te harán ver errores de los cuales no te percatabas.

. No vayas a los lugares que frecuentaban; sólo recordarás y te sentirás peor.

. ¡Come! Es cierto que al estar deprimida se pierde el apetito, pero nadie vale tanto como para que descuides tu salud.

. Tira todo lo que te recuerde a ese chico: fotos, cartas, tarjetas, ¡todo!

. Enlista sus defectos. Lo más probable es que te des cuenta de que si él no se hubiera desaparecido, tú no tardarías mucho en dejarlo.

. Haz una apuesta con una amiga: si lo llamas o lo buscas, pierdes algo. Pídele ayuda y cuando sientas ganas de verlo o saber de él, llámala.

. Escribe lo que sientes. Es una buena manera de poner en orden tus pensamientos. Después de un tiempo, cuando lo releas, te morirás de la risa y no vas a dar crédito de lo que sentías por ese chico.

. No hay nada mejor para sacar tu coraje que hacer deporte. Prueba los pilates, kick boxing o el que más te guste; el chiste es quemar energías.

. Empieza a salir con amigos, pero poco a poco; cuando te sientes abandonada, no hay nada más tentador que relacionarse con el primer chico que aparezca en tu vida. Tómate tu tiempo.

Cuando sientes la ausencia de la persona que considerabas tu media naranja, es fácil caer en la trampa de pensar que el dolor y la melancolía durarán para siempre. No es así. El proceso de liberación requerirá de tiempo y paciencia. Ya verás cómo más pronto de lo que crees, ni siquiera te acordarás del nombre de ese muchacho. ( FC)