Guadalupe García, una de las compañera de Letizia Ortiz en la Universidad de Guadalajara nos comenta cómo era con sus maestros y amigos.

"Se le recuerda como una chica muy inteligente que cuestionaba a los maestros y se molestaba por algunas prácticas autoritarias que ella no admitía."

Aunque quienes la trataron en nuestro país coinciden en que era una mujer muy sociable y cordial, Guadalupe la define como una persona amable sólo con quien le caía bien, pero orgullosa y soberbia con quienes no le simpatizaban.

"Tenía un carácter fuerte. No se dejaba de nadie, Una vez, cierta maestra muy estricta le asignó una exposición en clase y Letizia no llegó porque la noche anterior se había ido de fiesta. Estaba muy desvelada. Cuando la profesora le reclamó, se le enfrentó y le dijo con altanería, que no había podido asistir. Todos nos quedamos helados; ese comportamiento no era común entre los estudiantes de la maestría, por lo que también la profesora no supo qué contestar."

Amable pero temperamental

Teresa González, encargada del centro de documentación del Departamento de Estudios de Comunicación Social de la Universidad de Guadalajara (DECS) recuerda que la futura reina de España interactuaba con todo el mundo.

"Cuando estaba de buenas saludaba a todos, compañeros, maestros e incluso al personal de limpieza. Era muy sociable y por las buenas tenía muy buen carácter; sin embargo, cuando se enojaba era tremenda, discutía, y en alguna ocasión, sólo porque se le pidió un libro un día antes de la fecha de entrega, llegó a mi oficina y muy enojada me lo aventó en el escritorio. Yo no hice caso del incidente, porque me caía muy bien."

Conseguía comida gratis

Las anécdotas sobre la futura reina de España afloran entre sus antiguos conocidos. Así por ejemplo, la misma Guadalupe García, con quien hizo equipo durante los meses que tomó algunos cursos de la maestría en Ciencias Sociales con especialidad en Comunicación, refiere que se quejaba mucho por la falta de dinero.

"Su beca era muy pequeña, creo; a veces no tenía ni para comer. Así que cuando conoció al subdirector del periódico Siglo 21 le pidió que la aceptara como colaboradora, en el suplemento "Tentaciones", y empezó a cubrir la sección de gastronomía.

"Por este trabajo no le pagaban mucho, pero conseguía comida gratis en los restaurantes a los que hacía reportajes."

Era una chica fiestera. Con sus compañeros de la maestría se reunió en varias ocasiones.

"Cuando salíamos a divertirnos se transformaba. Aunque nunca se maquilló demasiado (era muy guapa y no lo necesitaba), se ponía una minifalda que la hacía ver espectacular. A todos los amigos se les caía la baba por ella. Tenía mucho pegue."

Aunque salió con muchos posibles galanes a ninguno le hizo caso. "Letizia tenía su novio en España, el escritor y maestro de literatura con el que después se casó. Lo quería y admiraba mucho, todo el tiempo hablaba de él, aunque también peleaban con frecuencia. En alguna ocasión le habló por teléfono desde la oficina de la dirección del Centro y sus gritos se escucharon hasta afuera."

Después de seis meses como alumna en el Departamento de Estudios de Comunicación Social de la Universidad de Guadalajara, Letizia viajó a la ciudad de México y posteriormente hizo un recorrido por el sur de la República.

Un año después de su llegada a tierra azteca, a fines de 1996, regresó a España para incorporarse, en forma definitiva a su labor como periodista.