MORELIA. A nueve meses de haber sido instalado en el municipio de Tiquicheo, Michoacán, el 25 Regimiento de Caballería Motorizado y un cuartel militar permanente “se recuperó la tranquilidad y la economía creció hasta en un 200%”, dijo ayer Mario Reyes Tavera, alcalde de esa localidad, de donde era originaria la ex alcaldesa María Santos Gorrostieta Salazar, asesinada la semana pasada.

Reyes Tavera, quien sucedió en el cargo a Gorrostieta Salazar al ganar con la alianza electoral PRI-PVEM las elecciones de noviembre de 2011, aseguró que “hoy nos sentimos más seguros y la economía municipal ha mejorado porque la gente que emigró a otras ciudades ha regresado. Antes, a las tres de las tarde el pueblo estaba solitario, pero ahora es diferente, se ve a la gente feliz y hay más economía”.

El pasado 21 de marzo y ante la ola de violencia que sufrió esta región de Tierra Caliente, el presidente Felipe Calderón inauguró una base militar permanente con 600 elementos, provistos de 60 vehículos para desplazase rápidamente por la región para combatir la delincuencia.

“Recobramos la tranquilidad y seguridad de las familias”, dijo Reyes. “Se trata de dar otra visión de Tiquicheo, que no se hable nada más de lo malo, sino también de lo bueno, porque las cosas han cambiado”, enfatizó.

Se reservó su opinión de la muerte de su antecesora y dijo que “los problemas que tenía ella en lo personal son eso, personales”, porque además, indicó, ella “ya no vivía en el pueblo, por su seguridad o por lo que fuera”.

María Santos tuvo escolta: Godoy

Leonel Godoy Rangel, ex gobernador de Michoacán, expuso en este sentido que durante su gestión “se le brindó toda la seguridad posible a la ex funcionaria municipal después de haber sufrido el atentado en donde murió su ex marido”, el pasado 15 de octubre de 2009.

“Desde esa fecha la alcaldesa tenía vigilancia personal mixta conformada por un cuerpo de cuatro policías ministeriales y cuatro oficiales de la Policía Preventiva, con vehículos asignados y con la orden de custodiarla durante las 24 horas del día”, dijo.

En enero Gorrostieta decidió prescindir de la vigilancia.