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La Escuela Normal “Raúl Isidro Burgos” de Ayotzinapa se debate entre ser un espacio educativo o zona de conflicto permanente. Los grupos de poder conformados por corrientes estudiantiles y de profesores, además de la participación de partidos políticos, principalmente el PRD, son aspectos que influyen en que los normalistas tengan como principal arma las movilizaciones o paros generales para exigir plazas, infraestructura e incluso autogobernarse y dejar de lado a autoridades educativas.

La Normal de Ayotzinapa, fundada en 1926, atiende a unos 532 estudiantes, hijos de campesinos, que provienen principalmente de La Montaña y la Costa Chica, las regiones más pobres de Guerrero.

En los últimos tres meses los normalistas presenciaron uno de los episodios más dramáticos en toda la historia de este plantel.

Inicio del conflicto

Todo comenzó el pasado 7 de noviembre, cuando los estudiantes iniciaron un paro laboral exigiendo la destitución del director Eugenio Hernández, nombrado por los maestros afines a la dirigente del SNTE, Elba Esther Gordillo.

La petición no fue escuchada a pesar de las movilizaciones. La situación se agravó el 12 de diciembre cuando policías federales y estatales desalojaron de la Autopista del Sol a los normalistas, muriendo a balazos dos de ellos.

El 16 de febrero de este año se reanudaron las clases, luego del nombramiento del nuevo director de la escuela y la promesa de las autoridades estatales de que habrá castigo para los responsables del asesinato de dos estudiantes durante el desalojo de la Autopista del Sol.

Para la Asamblea Popular de Pueblos de Guerrero (APPG), en la escuela “existe gente infiltrada” de los grupos de poder que encabezan los ex gobernadores Zeferino Torreblanca Galindo y Rubén Figueroa Alcocer (quien fuera relevado en 1996 precisamente por el actual gobernador Ángel Aguirre tras la masacre de Aguas Blancas).

Nicolás Chávez Adame dirigente de la APPG afirmó que se ha manipulado a la dirigencia estudiantil, que incluso han actuado contra las reglas internas de esta histórica institución, lo que ha derivado en que no coincidan, ni en táctica, ni estrategias.

Reconoció que la APPG rompió con los normalistas porque se les dijo que hay infiltrados en la escuela, bajo las órdenes del diputado local Héctor Vicario Castrejón y de Silvia Ojeda Jiménez, ex asesora del ex secretario de Educación local, José Luis de la Vega Otero, durante el gobierno de Torreblanca.

Precisó que todo se empezó a vislumbrar desde el 9 de julio del 2010, cuando el coordinador parlamentario de los priístas y la ex coordinadora de asesores de la SEG, fungieron como padrinos de generación de 112 egresados, y donde se develó un busto de cobre en honor al extinto guerrillero Lucio Cabañas Barrientos. Entonces, el presidente del comité de egresados Marco Valdovinos Solís, adujo que la generación Bicentenario escogió a Vicario Castrejón como padrino por haber ganado la votación de la mayoría.

“La teoría de que existen infiltrados en la escuela normal de Ayotzinapa es que Vicario y Ojeda ya habían intentado develar el busto del comandante Lucio Cabañas al interior, pues ya había indicios de que algunos muchachos habían resuelto algunas líneas que contraponían los principios y las reglas internas de la escuela rural de Ayotzinapa”.

Caminito de la escuela…

El pasado 16 de febrero, luego de tres meses de paro laboral y tras la destitución del director Eugenio Hernández, reiniciaron las clases en la normal de Ayotzinapa.

El recién nombrado director de la conflictiva normal, Humberto Santos Bautista, quien preside la Comisión Civil interlocutora designada por los estudiantes, dijo que se entregó un subsidio para alimentos, por lo que fue reabierto el comedor para atender a más de 500 alumnos.

También fueron abiertas las oficinas de la dirección de la institución.

A su vez, el subsecretario de Educación Media Superior y Superior de la Secretaría de Educación Guerrero (SEG), Marcial Rodríguez Saldaña, informó que la Contraloría Interna de la dependencia y el nuevo director, Humberto Santos Bautista, iniciaron el inventario sobre las condiciones de las instalaciones.

Afirmó que las actividades académicas inician de manera gradual para recuperar el ciclo escolar 2011-2012; para ello —aseguró—, hay el compromiso por parte de los maestros y estudiantes para fortalecer el trabajo en las aulas.

Desde el 7 de noviembre pasado los 130 trabajadores, académicos y administrativos de Ayotzinapa decidieron parar labores debido a la presión de los estudiantes para que fuera destituido Eugenio Hernández García como director del plantel.

Siete funcionarios, al banquillo

Siete funcionarios fueron separados de sus cargos y seguirán sujetos a procesos administrativos por su presunta responsabilidad en la represión del 12 de diciembre del año pasado, donde fueron acribillados los normalistas Alexis Herrera Pino y Gabriel Echeverría de Jesús, así como el empleado de la gasolinera que murió a consecuencia del incendio ocurrido en esa estación de servicio.

Los procesados son José Vélez Zapata, ex director de Averiguaciones Previas y actual fiscal Regional de la Costa Chica; Esteban Maldonado Palacios, fiscal especializado para la Investigación de Delitos Graves; Pablo Alejandro Jasso Barrera, fiscal especializado para el Combate al Delito de Secuestro; David Jesús Urquizo Molina, coordinador de Zona de la Policía Ministerial; Salvador Téllez Márquez, coordinador de Grupo; y los policías ministeriales Israel Espinoza Aguilar y Miguel Salazar Gaona.

Para la investigación de los 24 funcionarios públicos se abrió la averiguación previa QD/IA/007/2012 contra los probables responsables, siete de los cuales ya están señalados y enfrentan proceso.