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Fallecen 124 por riñas en penales, en un año

Agencias| El Universal
Viernes 06 de enero de 2012
Guerra entre bandas, principal causa de disputas, según reportes

La guerra entre grupos de la delincuencia organizada que se disputan las rutas del trasiego de la droga y el control por las redes de protección, se refleja en cárceles administradas por los gobiernos estatales y municipales, donde las riñas entre internos dejaron al menos 124 reos muertos en el último año.

En 2012 la cifra negra comenzó en el penal de Altamira, Tamaulipas, donde el miércoles pasado 31 internos murieron en una riña que supuestamente se originó por la disputa del control de actividades ilícitas dentro de la prisión. En los primeros cinco días del año se reportaron además dos fugas en Sinaloa y Jalisco, y el miércoles una riña en el penal de Santa María Ixcotel, en Oaxaca, que según las autoridades logró ser controlada a tiempo.

En el año que terminó, los penales que registraron las riñas más sangrientas se ubican en Tamaulipas, Durango, Nuevo León y Chihuahua. En enero de 2011, una pelea en el Centro de Readaptación Social 2 de Gómez Palacio, Durango, dejó 11 muertos por heridas con arma blanca. Este centro ha estado en el ojo del huracán después de que quien fuera su directora Margarita Rojas Rodríguez fuera cesada en 2010 y arrestada por permitir que un grupo de presidiarios abandonara el recinto y usara vehículos oficiales y armas de los guardias para realizar varios asesinatos.

La cifra de asesinatos en penales siguió creciendo y el 6 de mayo una reyerta entre prisioneros de la cárcel de Cancún, Quintana Roo, dejó tres muertos y un herido de gravedad.

Dos días después, cuatro reos perdieron la vida y varios resultaron heridos en una riña entre pandillas en una cárcel de Chihuahua. El incidente se registró cuando dos grupos se enfrentaron usando armas blancas.

La cárcel de Cancún volvió a ser noticia el 11 de mayo cuando un prisionero perdió la vida y 13 quedaron heridos en un motín contra las medidas de seguridad impuestas.

Internos armados

El 17 de mayo, una balacera en el Cereso 1 de Durango puso en alerta a las corporaciones policiacas del estado y provocó alarma entre familiares de los internos. La información oficial fue escueta y sólo se reportó que murieron nueve reos, 11 quedaron heridos y que se decomisaron 10 armas de diferentes calibres.

En las cárceles de Nuevo León también se presentó la violencia. El 20 de mayo 14 reos perdieron la vida en el área de siquiatría del penal de Apodaca en un incendio que fue provocado por un grupo de internos; las víctimas habían sido golpeadas antes de ser quemadas.

El 15 de julio, al menos siete prisioneros fallecieron, otros tantos resultaron con heridas de gravedad y otros 59 se dieron a la fuga tras una pelea en el Centro de Ejecución de Sanciones (Cedes) número 2 de Nuevo Laredo, urbe fronteriza del estado de Tamaulipas.

En el centro penitenciario de Ciudad Juárez, Chihuahua, un tiroteo dejó 17 presos muertos; la Fiscalía General informó que las víctimas en su mayoría eran líderes de bandas identificadas con el grupo La línea y cártel de Sinaloa.

El 13 de octubre siete presidiarios fallecieron y tres más quedaron heridos en un pelea entre bandas en la prisión de Cadereyta, en Nuevo León. Otros 20 internos muertos y 12 lesionados dejó una riña en el penal de Matamoros, Tamaulipas, el pasado 15 de octubre. (EFE y Notimex)



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