LEÓN. El papa Benedicto XVI dormirá tres noches en una sencilla habitación, en la casa de las religiosas Capuchinas de la Congregación Esclavas de la Santísima Eucaristía y de la Madre de Dios, ubicada al poniente de la ciudad, en la zona residencial de Lomas del Campestre.

La vivienda cuenta con sistemas de seguridad en su exterior, como cámaras de video y cableado eléctrico que sobresalen entre en arbolado.

El Pontífice pernoctará en una alcoba de 80 metros de construcción con un ventanal y puertas que dan al pasillo general y a la capilla de la comunidad religiosa, dispone de una cama individual, buró, escritorio, librero y guardarropa, y entre los accesorios religiosos figuran la imagen de la virgen de Guadalupe, un Cristo y un rosario.

Sor María del Rocío García, integrante del gobierno de la Congregación y directora del Colegio Miraflores, describió que la habitación tiene su propio baño; “es sencilla, cálida, confortable e iluminada”.

La recámara está en óptimas condiciones para que sea ocupada por el Papa, pero la cama que tiene, de un metro de ancho, será remplazada por otra más grande y se elaboraran sabanas y una almohada especial.

“Cuando venga el Santo Padre la decoraremos lo mejor posible. Todo será nuevo”, comentó. “La habitación cumple las condiciones para el descanso del Papa, la comisión del Vaticano no nos han dicho que remodelemos”, dijo Sor María del Rocío.

A la recámara que albergará al pontífice le anteceden un recibidor y una pequeña sala de descanso. La capilla, con capacidad para 150 personas, tiene su sagrario, un Cristo, una cruz con un Cristo y una escultura de la virgen de Covadonga, así como reclinatorios y bancas.

La capilla, en la que podrá orar el Papa, está a tres metros de la habitación que lo alojará desde la tarde del 23 de marzo, cuando arribará a esta entidad, hasta la mañana del 26, en que partirá a Santiago de Cuba.

Sor María del Rocío señaló que ese cuarto ha sido ocupado por dos nuncios, varios obispos y religiosas de la congregación, que a nivel nacional suman 24 en total.

Nadie externo tiene acceso a las habitaciones, sólo las religiosas y las autoridades eclesiásticas, porque son un tipo de claustro.

La residencia con el número 218 de bulevar Manuel López Sanabria está anexa al Colegio Miraflores, que dispone de una cancha de futbol, que podría hacer las veces de helipuerto para el descenso del helicóptero que trasladará a Benedicto XVI.

Cuenta con cochera, salas, patio, comedor, cocina, comedor, la capilla, sin escaleras y las 13 habitaciones, de estas hay dos libres y en resto la ocupan las 10 religiosas que habitan en ella. La recámaras se encuentran en un pasillo general.

Durante la estancia del Papa, las religiosas que habitan la casa de las Capuchinas se trasladarán a otro residencia y la atención de invitado estará a cargo del Vaticano y la seguridad del Estado Mayor presidencial.