aviso-oportuno.com.mx

Suscríbase por internet o llame al 5237-0800




“Siempre que hay mal tiempo, nos toca perder”

Yazmín Rodríguez Corresponsal| El Universal
Martes 29 de noviembre de 2011

DZILAM DE BRAVO. Ella tiene historias que contar del mal tiempo. Desde el desalojo y abandono de su modesta vivienda cuando pasó el huracán Gilbert en 1988 y luego, en 2002, cuando Isidore devastó la costa yucateca, y ahora padece el frente frío número 15.

A sus 62 años y sin dejar su casa ubicada enfrente del malecón principal de este puerto, en el norte de la costa del estado, doña María del Rosario Dzib Borgessu casi ha perdido todo, pues su vivienda está inundada pero sostiene con entereza: “Ya estamos acostumbrados, siempre que hay mal tiempo nos toca... qué remedio”.

Mientras intenta sacar el agua mal oliente que durante toda la noche del domingo invadió su predio, su esposo Miguel Lizárraga señala: “Siempre que hay norte el agua se nos mete, ya hasta construimos un cuarto con más de 50 centímetros de alto para protegernos”.

Los padres de seis hijos narran cómo sus muebles fueron materialmente arrasados por el agua salada del mar.

Dzib Borges comentó que recientemente construyeron un pequeño cuarto “en alto” para evitar que cuando pasen esos “nortes” tengan que salir y encomendarse con los vecinos.

Manifestó que con el apoyo que recibió de la Dirección de Protección Civil pudo salvar algunas de sus pertenencias y que ayudados con máquinas de desazolve le prometieron limpiar su patio del agua que llegó “hasta las rodillas”.

El domingo en la noche los fuertes vientos “hasta silbaban” y las marejadas ocasionaron que el agua entrara violentamente a su hogar, por lo que no fue sino hasta la madrugada cuando pudieron conciliar el sueño, en espera de que finalmente llegara la ayuda.

Pérdidas recurrentes

La mujer dedicada a las labores del hogar y su esposo de oficio pescador señalan que por siempre han sabido lo qué es el mal tiempo, porque “cuando la naturaleza se retienta y dice aquí estoy, ahí está”.

Ellos son una de las 30 familias afectadas en este municipio, en donde se suspendieron las clases y se decretó la inactividad pesquera en tanto amortigua el frente frío número 15. Hay alerta hasta el miércoles al mediodía.

“Vamos a limpiar todo... .hasta que pase ésto veremos qué hacer, por lo pronto los muebles, una hamaca y hasta los sarapes ya no sirven, el agua los mojó, apestan y están inservibles”, comentaron.

Pese a los inconvenientes de vivir en la costa, el matrimonio sostiene que ahí seguirá.



Ver más @Univ_Estados
comentarios
0