CUERNAVACA

Camino a casa el adolescente echó la mochila al hombro y tomó las calles de la colonia Antonio Barona, en Cuernavaca. Ese día, como era frecuente en las últimas semanas, se fue de “pinta” en lugar de asistir a la secundaria donde su fama de violento, “mata clases”, y su ausencia se habían afianzado.

Ensimismado en sus pensamientos no se percató cuando tres camionetas detuvieron su marcha, hasta que los y los tripulantes de una de ellas lo subieron al vehículo.

—¿No te gusta la escuela?, le preguntaron los desconocidos luego de admitir que se había ido de “pinta”.

—¿Por qué no te dedicas mejor a hacer dinero? Te encargas de esto, vendes y nosotros te cuidamos, le dijeron mientras le mostraban la droga.

—¿Y si me agarra la policía?, preguntó el adolescente.

—No te apures, eres menor de edad, no te hacen nada. Aparte yo tengo un ‘padrino’ que es policía y otro que es juez, le presumieron.

El instinto de la madre se activó cuando vio a su hijo distanciado, aislado, y decidió acudir a la escuela para esperarlo a la salida. Su sentido maternal fue acertado: llegó justo cuando los narcotraficantes pretendían llevarse al muchacho por la fuerza.

—¡No se lo lleven!, gritó la madre, desesperada.

Frente a la escena los raptores liberaron al niño. ¡Ya pues llorón!, le dijeron y lo soltaron.

El caso fue documentado por la Secretaría Técnica del Consejo Estatal de Seguridad Pública (CESP), cuyo titular, el coronel en retiro José Herrera Chávez, comenzó a detectar los mecanismos del crimen organizado para reclutar nuevos integrantes, principalmente adolecentes de secundaria identificados como practicantes del bullying o por ausencia escolar.

Mencionó que la delincuencia organizada utiliza a los halcones para detectar posibles candidatos a fortalecer al grupo delictivo en el trasiego de drogas. “Ven al joven, desocupado, que no hace nada, ocioso, que está en la cancha deportiva, como presa fácil y los mueven como al célebre Ponchis”, comentó el coronel en retiro al indicar que la falta de atención en el hogar es origen del problema.

Los datos oficiales sobre el desarrollo del bullying (maltrato escolar) y la observación del crimen organizado para atraer a los adolescentes provocó el diseño de un plan de prevención que contempla la rehabilitación de los agresores en espacios libres de violencia.

El plan también considera trabajar en hacer propuestas para endurecer las penas contra los adolescentes responsables de “conductas antisociales”, conforme a la legislación del Nuevo Sistema de Justicia Penal, en vigor desde 2008, y agregar algunas sanciones contra la práctica del bullying en los centros escolares.

Células escolares del narcotráfico

El coronel José Herrera Chávez afirma que la medida es urgente porque desde 2010 surgieron indicios de adolescentes que pretenden emular a Edgar “N”, quien es identificado por las autoridades comoEl Ponchis y detenido por militares en diciembre de 2010 tras ser acusado de pertenecer a una célula del cártel de los Beltrán Leyva y de cometer por lo menos cinco asesinatos.

En opinión del coronel, los medios de comunicación ayudaron a encumbrar al menor como héroe luego de matar a cinco personas y recibir una sentencia de tres años de cárcel; “este hecho lo han tomado como ejemplo porque saben que si delinquen los menores la ley no es tan dura con ellos”.

Para Herrera Chávez, eso genera en los adolescentes reflejos involuntarios y se tienen noticias de niños de secundaria que llegan a las escuelas con armas y en algunos casos llegan a hacerse narcodistribuidores.

A partir de 2010 la presencia de alumnos violentos o con signos de ejercitar el bullying contra sus compañeros se convirtió en tema de atención para el Instituto de Educación Básica del Estado de Morelos (IEBEM), cuya directora de Educación Media y Normal, Judith Peña Flores, dio cuenta de cuatro casos de agresión estudiantil con el saldo de igual número de muertos.

“Sabemos de dos casos en planteles de Bachilleres en los municipios de Cuautla y Cuernavaca, y uno más en la Secundaría 9 de la colonia Flores Magón, donde afuera de la escuela otro menor perdió la vida”, informó Peña Flores. A ello se suma el deceso de un alumno en la Secundaria 2 de la colonia Alta Vista en Cuernavaca.

Ahora lo que interesa, dice Herrera Chávez, no es desarticular la estrategia del crimen organizado, sino atender e inhibir los factores que resultan atractivos para que los adolescentes sean enganchados por la delincuencia.

A la tarea de atender a los alumnos con problemas de comportamiento escolar se sumó la Comisión de Derechos Humanos de Morelos (CDHM), cuya titular, Lucero Benítez Villaseñor, inició la llamada Cruzada infantil y juvenil por la Paz y la Legalidad.

Dicha cruzada se realiza bajo la concepción “de que el reflejo de la violencia y discriminación que se vive en los hogares, la situación actual de inseguridad frente a la sociedad, plasmada en noticias violentas que son expuestas a todo tipo de público, enganchando a los niños que miran atónitos fotografías de asesinatos, delincuencia organizada y sangre, ocasiona que la mente se acostumbre a observar este tipo de situaciones como algo común”.

Deserción escolar

De acuerdo con la Secretaría de Educación del estado en el ciclo escolar 2009-2010 de 93 mil 500 alumnos que iniciaron el curso en secundaria desertaron 6 mil 141, en bachillerato de los 51 mil 250 alumnos inscritos 6 mil 325 abandonaron sus estudios. En general son más los hombres que las mujeres los que deciden dejar la escuela en el primer grado de estudios.

Frente a ese fenómeno, la Secretaría Técnica del CESP se coordinó con la CDHM y el IEBEM para combinar los resultados de la denuncia ciudadana con los programas de Escuela Segura y la Cruzada Infantil y Juvenil por la Paz y la Legalidad, mismos que prevén desarrollar los mecanismos para atender a los niños “violentos2.

También se enlazaron con las secretarías de Educación y de Salud, así como con organizaciones civiles para aplicar un programa preventivo en las escuelas de educación pública y para diseñar propuestas de reforma a la Ley de Justicia para Adolescentes y analizar nuevas medidas en la legislación morelense que permita prevenir y sancionar de manera drástica e inmediata a los autores de incidentes de violencia en las escuelas.

El plan de prevención contempla la rehabilitación de los agresores en espacios libres de violencia, mientras que en las escuelas se reforzarán las bases de respeto a su autoridad inmediata y a la ley; así como los valores básicos de tolerancia, generosidad, honestidad.

“La primera etapa contempla neutralizar su acción negativa y al finalizar sus clases someterlos a sesiones de rehabilitación y concientización para apoyar a los docentes. Posteriormente se observará su conducta y en caso de que continúe con la indisciplina será expulsado y probablemente se boletinarán en todas las escuelas para resolver el problema ahí mismo”, advirtió el coronel Herrera Chávez.

El secretario técnico del CESP aseguró que se trata de medidas vanguardistas que el estado de Morelos es el primero que implementar para contrarrestar esos problemas escolares con pocos recursos económicos.

Sin embargo, la presidenta de la CDHM consideró necesario favorecer el diálogo y confianza entre padres e hijos con el fin de detectar situaciones que pongan en riesgo la integridad de los menores.

Denuncias no documentadas

La directora de Educación Media y Normal del IEBEM admitió que no se tienen denuncias formales sobre el reclutamiento de estudiantes por parte del crimen organizado, pero que se detectó un ejemplo de ello en una secundaria técnica del municipio de Cuautla, aunque sólo fue reportado a las autoridades para que no se pusiera en riesgo a la escuela.

Sin embargo, en 2010 el Instituto de Educación Básica registró 16 casos de bullying, uno de ellos afuera de la Secundaria 2 de Altavista y que se inició como un juego pesado dentro del plantel y terminó en una riña afuera de la escuela con resultado de un menor fallecido.

Ello ocasionó que personal de seguridad pública y padres de familia se mantuvieran fuera de las escuelas para evitar la venta de droga y alcohol, así como las peleas entre los estudiantes.

Las bromas y el “bullying”

Según un diagnóstico de la Comisión de Derechos Humanos de Morelos (CDHMOR) en la escuela primaria el bullying se practica en el uso de apodos, actos agresivos durante el juego, así como el acoso sexual; pero en secundaria se agregan juegos pesados en los que llegan a registrar fracturas.

Debido a esta situación, las autoridades educativas consideran en 10 de los 33 municipios del estado se tiene que implementar de manera inmediata el proyecto de Escuela Segura, entre ellos los de Cuernavaca, Puente de Ixtla, Yautepec, Jiutepec y Temixco, donde se han detectado altos índices de violencia escolar.