SALINA CRUZ

En la zona costera de Oaxaca las lluvias se llevaron el patrimonio de muchos y la tranquilidad de todos. Los rostros de tristeza de hombres y mujeres que perdieron sus enseres domésticos y registraron daños en sus casas ante las torrenciales lluvias y el embate de los arroyos desbordados por la onda tropical ocho son la constante.

A unas horas del día más lluvioso y caótico que han vivido los habitantes de este puerto, el panorama es desolador. “En dos días tuvimos lluvias equivalentes a dos meses. Es un registro histórico”, reveló el coordinador de la Comisión Nacional del Agua, Álvaro Jarquín Rojas.

En bahía La Ventosa, agencia de esta ciudad, las bardas y paredes de las viviendas de los pescadores Ricardo Carbajal y Santiago Olivera están casi suspendidas en el aire porque la crecida del arroyo Los Amates devoró la tierra y la arena.

En el barrio Santa Rosa, las viviendas de doña Guadalupe Domínguez y de don José Luis Gonzaga están colapsadas por el desgajamiento de un cerro y la caída de una barda “¿Qué vamos hacer? ¡Perdimos todo! El agua se llevó el refrigerador y la estufa. ¡No tenemos ropa!”, dijeron.

Las torrenciales lluvias afectaron a casi 40 mil personas en los 42 municipios de la región del Istmo de Tehuantepec, reportó el director estatal de Protección Civil, Manuel Maza Sánchez, durante una reunión de evaluación encabezada por el gobernador Gabino Cué Monteagudo. En todo el estado, se calcula que podría haber hasta 200 mil personas con algún tipo de afectación, dijo el mandatario. Además se registró otro deceso más en en San José Chiltepec, en la región de la Cuenca del Papaloapan.

Incomunicados y molestos

“Nuestras familias que viven en la colonia 5 de diciembre están incomunicadas y necesitan víveres. Creció el arroyo del paraje Piedra Cuachi (gemelos) y tiró el puente”, denunció doña Rosario Gallegos.

Como la familia de Rosario, hay cientos de personas aisladas que viven en las pesquerías de Playa Cangrejo, Chipehua o en localidades rurales como Rincón Moreno, Las Cruces, Cajón de Piedra, San Vicente Mazatán y Santa Clara, dijo el edil de Tehuantepec, José Luis Villalobos.

La comunicación vehicular entre este puerto y Huatulco está interrumpida por el desplome del puente Morro II sobre la carretera Costera 200. El paso entre Tehuantepec y la capital se restringió a vehículos menores porque el puente Las Tortugas se colapsó ayer por la mañana.

La vía alterna para llegar a Oaxaca desde el Istmo también se interrumpió tras deslaves de cerros que se registraron desde el sábado sobre la súper carretera en el tramo de Tehuantepec-La Ventosa, agencia de Juchitán.

En la mañana, al iniciar un recorrido por las zonas dañadas por las lluvias, el gobernador enfrentó la indignación de los colonos del fraccionamiento La Noria, de Tehuantepec. Más de 800 personas resultaron afectadas con más de un metro de agua en sus casas.

Severa contaminación

“¡Mire! ¡Mire!”, dijo el pescador José López, de la cooperativa Barra del Río Tehuantepec de bahía La Ventosa, para llamar la atención y señalar hacia las crestas de las olas cubiertas de manchas viscosas de color negro. “Las lluvias —explicó— estaban inundando la refinería y los trabajadores rompieron una barda para que desalojaran todos los residuos químicos que contaminaron la laguna Vaca y de ahí toda esa mugre vino a parar acá, donde pescamos y sacamos los ostiones”.

Ayer, autoridades de Boca del Río, agencia de este puerto, denunciaron que Pemex desechó miles de litros de “combustóleo o crudo” a la laguna Vaca, donde pescan sus productos.

Con botellas de cristal y cubetas de plástico en mano, decenas de pescadores de bahía La Ventosa se dieron a la tarea de recolectar muestras de la aceitosa mancha negra que apareció a las 9:00 horas y que ahuyentó a los pescadores del Pacífico mexicano.