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SALTILLO

Tras su reacomodo en distintas posiciones políticas, los hermanos Humberto, Rubén y Álvaro Moreira confirmaron en las urnas su hegemonía para mantener su apellido en la gubernatura del estado hasta 2017. El primer capítulo comenzó en esta entidad con Humberto Moreira, quien llegó al cargo en 2005 y solicitó licencia en el último tramo de su mandato, a fin de poder irse como presidente nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI). El nexo Moreira fue interrumpido en enero por el nombramiento del gobernador sustituto, que recayó unos meses en Jorge Torres.

La secuela se concretó ayer, cuando los primeros resultados electorales confirmaron a Rubén Moreira como gobernador electo para el periodo 2011-2017, con una votación ciudadana que ronda 61%, cifra inédita en esta entidad. De acuerdo con sus cuentas, el tricolor asegura que ganará con una diferencia de dos a uno frente al PAN.

Relajado, confiado en las encuestas que mantenían a su hermano Rubén con una cómoda ventaja entre los votantes coahuilenses, el presidente nacional del PRI, Humberto, reapareció públicamente en la entidad cuando arrancaba la jornada para emitir su voto y de paso convertirse en el primero en subir al ring electoral.

—¿Este es el fin del PAN? —se le preguntó a Moreira.

—Este es el principio que va a marcar un rumbo claro en el país, contestó para comenzar una peregrinación de 200 pasos hasta la escuela secundaria en la que emitió su voto luego de ser entrevistado, hasta que se acabaron los temas estatales y nacionales en medio de abrazos con frases de adhesión y apoyo al apellido Moreira.

El presidente del PRI se alejó de los micrófonos hasta que exigió en repetidas ocasiones a los adversarios que respeten los resultados.

Humberto Moreira votó y desapareció de la entidad para dejar el escenario a su hermano —candidato respaldado por cinco fuerzas políticas nacionales y estatales encabezadas por el PRI—, quien adelantó una hora su asistencia a las urnas por “motivos de seguridad”. También fue el primero en felicitar a su hermano Rubén, de acuerdo con el propio candidato, quien minutos después del cierre de casillas salió a proclamar su triunfo.

El de ayer fue un día en el que la mayoría de las avenidas lucieron semivacías, ya que la mayoría de los coahuilenses siguieron la contienda electoral desde sus hogares, en especial por las redes sociales que reportaron, paso a paso, la evolución de la jornada. Así, en esta entidad, sacudida por el crimen organizado que ha impactado principalmente en la región de la Laguna, no se reportó ningún incidente grave.

Bajo este clima, la militancia del PRI salió a cumplirle a los Moreira. Hubo casos en los que grupos de priístas acamparon en las inmediaciones de alguna casilla electoral como parte de la estrategia de la defensa del voto, por lo que cuando llegaron los funcionarios de casilla las filas eran de decenas de personas. La experiencia en varios procesos de algunos consejeros electorales fue insuficiente para abrir las casillas a las ocho de la mañana, ya que una decena de más de 3 mil de ellas fueron instaladas cerca de las 11 de la mañana.

Rubén Moreira también reconoció el respaldo de Álvaro, su otro hermano, quien renunció en el pasado mes de febrero a un cargo municipal para apuntalar la campaña por la gubernatura.

Desde ahora, un grupo de seguidores del tricolor ya hacía cuentas para ver cuándo comenzarán los apoyos en favor de Álvaro, el tercer hermano de la dinastía Moreira, en medio de tibios aplausos.