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Imperan confusión y pifias en el caso Sicilia

Francisco Gómez y Alberto Morales| El Universal
Jueves 05 de mayo de 2011
Imperan confusin y pifias en el caso Sicilia

RECLAMO. El 6 de abril, el escritor Javier Sicilia encabezó una movilización por la paz. (Foto: ARCHIVO EL UNIVERSAL )

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MORELOS

La investigación del caso Sicilia ha enfrentado obstáculos y pifias causadas por la supuesta “siembra de un testigo”, la confrontación criminal entre dos bandas rivales y la presunta protección policial de que gozan los responsables que han sido identificados como los autores del homicidio de siete personas, entre ellas Juan Francisco Sicilia, hijo del poeta y escritor Javier Sicilia.

Por el múltiple crimen se han detenido a cuatro presuntos sicarios del Cártel del Pacífico Sur (CPS) y hay al menos cinco prófugos que participaron de forma directa, dijo la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) federal.

La noche del 14 de abril la aparición de Rodrigo Morán Elizalde, El Chemis, quien ha sido identificado como un “testigo sembrado”, dio paso a una serie de versiones encontradas en el caso. Su versión, dada a conocer en el cuartel de la 24 Zona Militar en Cuernavaca, Morelos, señalaba que la causa del múltiple crimen había sido un conflicto causado por una mujer en un bar.

Sin embargo, esa versión que fue difundida en las instalaciones de la Sedena, fue ahora desmentida por la SSP que indicó que las declaraciones de El Chemis fueron en realidad una “táctica de desinformación”.

En medio de la indagación que tiene como telón de fondo el enfrentamiento violento entre los cárteles del Pacífico Sur y el del Golfo, el objetivo principal de las autoridades de capturar a los autores intelectuales y materiales del multihomicidio, Julio de Jesús Radilla Hernández, El Negro, y José Luis Luquin, El Jabón, no se ha logrado.

Pero los cuatro detenidos y acusados de participar directamente en el crimen, Jesús Cárdenas Pérez, El Manos, César Arturo Galindo Pérez, El Guasón, Enrique Rudecino Guzmán y Alberto Millán Ramos, han confirmado la impunidad y protección policial de que gozan en Morelos las bandas del crimen organizado.

Presentan a “El Chemis”

Casi a la medianoche del jueves 14 de abril, autoridades de la Sedena convocaron a una conferencia de prensa en las instalaciones de la 24 Zona Militar. Ahí, golpeado y aturdido tras ser “entregado” por miembros del cártel del Golfo, se presentó a El Chemis, quien “confesó” su participación en el secuestro y homicidio del hijo del escritor Javier Sicilia y reveló los nombres de otros dos supuestos implicados en los hechos, además de El Jabón, El Negro y quienes supuestamente eran Mario Miguel Reyna Ortega, El Chistín, y Arturo Villa Pacheco, La Burra.

Llamó la atención que fueran integrantes del cártel del Golfo los que llamaron para entregar al Ejército —herido y dentro de la cajuela de un vehículo— a Morán Elizalde, a quien los militares identificaron desde el inicio como uno de los presuntos participantes en la ejecución de las siete personas.

El presunto sicario del Cártel del Pacífico Sur reveló que un día antes fue levantado por integrantes del Golfo, quienes lo golpearon y torturaron para luego abandonarlo en la cajuela de un automóvil en la colonia Acatlipa, en el municipio de Temixco.

Durante la presentación ante los medios de comunicación, El Chemis aseguró que participó en el levantón de cuatro y no siete personas dentro del bar Krudalia, lo cual sucedió alrededor de las 20:00 horas.

Lo anterior no coincide con la versión más divulgada que da cuenta que las víctimas estaban en el bar La Rana Cruda hasta antes de su plagio, ni con el número de secuestrados.

Las siete víctimas estuvieron hasta antes de las 21:07 en el restaurante de La Rana Cruda, sitio al que llegó El Chemis cuando pagaban la cuenta los amigos del hijo del escritor Javier Sicilia, según empleados del lugar. Además, las cámaras de una tienda Oxxo, ubicada frente a ese bar, captaron a esa hora a Juan Francisco Sicilia cuando entró a comprar cigarros al negocio.

Según las declaraciones del “testigo sembrado”, las víctimas fueron levantadas a causa de una discusión por una mujer que llevaban los muchachos, con un sicario de apodo La Burra y otros dos cómplices que lo acompañaban a bordo de un taxi.

Tras la discusión en el bar, La Burra llamó por teléfono a Mario Miguel Reyna Ortega, El Chistín, quien supuestamente se encontraba en una casa de seguridad de Santa María Ahuacatitlán, con Julio de Jesús Radilla Hernández, quien ordenó levantarlos.

Asalto sin denunciar

Existe el antecedente de que el 17 de abril los hermanos Julio César y Antonio Romero Jaimes comentaron a sus padres que fueron asaltados en el bar El Remedio, de Cuernavaca, por un grupo que se supone estaba vinculado al Cártel del Pacífico Sur.

Sin embargo, no hubo una denuncia formal de este hecho que ocurrió 11 días antes de que los jóvenes junto con Juan Francisco Sicilia y cuatro personas más aparecieran muertos dentro de un automóvil en Temixco.

Incluso, de acuerdo con Luis Cárdenas Palomino, coordinador de Seguridad Regional de la Policía Federal, el secuestro de estas siete personas se dio el 27 de abril a las 22:00 horas cuando venían de La Rana Cruda. Ocurrió frente al bar Obssesion, donde fueron interceptados por un grupo de personas vestidas de negro que, según testigos, se hicieron pasar por policías y de ahí fueron llevadas, sin violencia, a una casa de seguridad del CPS donde estaba El Negro, presunto autor intelectual del multihomicidio, de acuerdo con las investigaciones.

Detalla “levantón”

El testigo que presentó la Sedena comentó que El Chistín y El Negro le ordenaron a La Burra que levantara con quienes discutió, pero luego le dijeron que los esperara ahí.

A bordo de dos camionetas, una Ford Lobo roja y otra blanca, se dirigieron al bar Krudalia, donde a su arribo salió La Burra por El Chistín, quienes se metieron armados con pistolas y sacaron a los cuatro jóvenes encañonados y los echaron a la caja del vehículo rojo.

Las víctimas fueron llevadas a una casa de seguridad, a la cual denominó como la del “doctor”, ubicada al norte de Cuernavaca. Según El Chemis, a él lo dejaron cuidando afuera, pero unos 15 o 20 minutos después tuvo que retirarse del lugar porque le avisaron que su hijo estaba enfermo.

Por eso, dijo, se enteró hasta el otro día de que mataron a los cuatro muchachos que ayudó a secuestrar y a otras tres personas que nunca vio con las primeras víctimas. Lo que sí supo es que, supuestamente, se iba a pedir un rescate a las familias.

De acuerdo con Cárdenas Palomino, las necropsias revelaron que a la única persona que torturaron fue a Álvaro Jaimes Aguilar, ex militar y tío de los jóvenes con los que los supuestos integrantes del CPS tuvieron un altercado días antes de los crímenes, pues al momento de la ejecución al aplicar un torniquete en el cuello, se reventó el cable y para que no se moviera fue golpeado en la cabeza con un tolete, reveló Jesús Cárdenas Pérez, El Manos.

Hasta el momento, dijo, se desconoce el número de personas que participaron en el secuestro de las víctimas, pero de acuerdo con el funcionario federal tienen identificadas a otras cinco personas involucradas, de quienes se reservó su nombre para no interferir en la investigación.

En relación con las declaraciones de El Chemis, dijo que sus testimonios carecen de verdad pues fue torturado por integrantes del cártel del Golfo, pero destacó que ya detuvieron a las personas que lo secuestraron: Daniel Rosales Nájera, El Barnie, y Santiago Miranda Catalán, El Flys o La Mosca, quienes trabajaban al servicio de Miguel Cedillo, El Picas, presunto operador y lugarteniente de Édgar Valdés Villarreal, La Barbie, detenido en 2010.



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