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SAN CRISTÓBAL DE LAS CASAS

De entre la neblina, como fantasmas, en pequeñas y grandes procesiones bajaron de nuevo de las montañas. Llegaron de los cuatro puntos cardinales hasta la catedral de San Cristóbal de las Casas para velar a Tatic —padre en lengua tzotzil— Samuel Ruiz García.

De las siete regiones de la diócesis, en su mayoría de Los Altos de Chiapas, casi en silencio llegaron indígenas católicos tzotziles, tzetzales, zoques, tojolabales, chamulas y choles. El cuerpo del obispo Samuel Ruiz, quien falleció el lunes a los 86 años en un hospital de la ciudad de México, permanece en un ataúd frente al altar de la catedral.

En la misa de cuerpo presente oficiada por el obispo de San Cristóbal, Felipe Arizmendi, familiares, sacerdotes y organizaciones civiles adherentes al Ejército Zapatista de Liberación Nacional recordaron con testimonios el legado del obispo en su lucha por despertar la conciencia social de los pueblos indígenas y el respeto a sus derechos humanos.

Durante la homilía, la organización Sociedad Civil de las Abejas agradeció al prelado sus enseñanzas para el despertar de su conciencia social y la defensa de sus derechos.

“Si no nos hubieras enseñado, si no hubieras seguido con nosotros no sabríamos cómo defendernos. Gracias Tatic Samuel. Nunca te dio miedo luchar contra los poderosos. Gracias por enseñarnos a luchar por la vía pacífica como lo hizo Jesús. Gracias por enseñarnos la teología india y la teología de la liberación”, afirmó la organización.

“Gracia Samuel. Ya no caminamos encorvados ni bajamos la cabeza. Te pedimos que no nos olvides. En cuanto hables con nuestro papá-mamá Dios les saludes de nuestra parte y les digas que la masacre de Acteal sigue impune”, agregó la organización.

La misa de las 14:00 horas tuvo lugar en la catedral de La Paz, escenario en 1994 de los diálogos entre el gobierno y la guerrilla del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), con Samuel Ruiz como mediador.

Las autoridades de Protección Civil de Chiapas han dispuesto varios puntos de apoyo para atender a las peregrinaciones de indígenas que se concentran en la explanada de la catedral y las calles aledañas se encuentran cerradas por un operativo vial.

En la vida de Samuel Ruiz las fechas siempre fueron significativas. A su muerte, las cábalas también lo acompañan. Hace 51 años, el 25 de enero de 1960, fue su consagración episcopal cuando llegó aquí.

Esta masiva concentración de indígenas recuerda a la de aquel 10 de febrero de 2000, cuando más de 15 mil indígenas descendieron de las montañas para despedir al Tatic de la diócesis. El 3 de noviembre, cuando cumplió 75 años, había presentado al papa Juan Pablo II su renuncia.

Desde aquella vez, en San Cristóbal no se habían reunido tantos indígenas católicos de las siete regiones pastorales y hoy lo hacen para recibirlo de vuelta en la diócesis y despedirlo en su viaje al mundo de los muertos.

Rezan por su descanso

Desde la noche del lunes, decenas de indígenas han permanecido alrededor de la Cruz de Piedra de la plaza de esta catedral, con velas encendidas, ofrendas florales y rezando.

Los indígenas rezan de frente a la principal puerta de la catedral, como esperando a que se asome Tatic Samuel, portando su bandera verde de Jcanan Lum —protector y guía del pueblo— que los indígenas de Amatenango un día le entregaron.

También se le conocía como “el obispo quetzal”. Así lo marcó el libro Tonal Pohuali, cuando el padre Clodomiro Siller consultó el calendario maya. Los signos de ese día marcaron que al festejado le tocaba la fuerza del quetzal, el ave de plumas verde y tornasol que nunca puede estar en cautiverio.

Al mediodía de hoy se oficiará una misa masiva en la explanada de la catedral, que podría ser oficiada por el nuncio apostólico Christophe Pierre, confirmó el obispo Felipe Arizmendi. Después de las 12:00 horas se espera que el cuerpo de Samuel Ruiz sea depositado en una cripta que ha sido preparada debajo del altar de la catedral.

Ya entrada la noche de ayer, continuaban llegando las procesiones de indígenas provenientes de las diferentes regiones de Los Altos de Chiapas, con ofrendas florales, coronas y rezos.