ESTADOS UNIDOS. Organizaciones defensoras de los derechos de indocumentados se declararon ayer horrorizadas por la matanza de 72 ciudadanos de Centro y Sudamérica en Tamaulipas, y denunciaron “la incapacidad” y la “endémica falta de voluntad del gobierno de México” para garantizar la seguridad de inmigrantes en tránsito, quienes desde hace varios años se han convertido en carnaza del crimen organizado.

En una indignada cadena de reacciones, algunos líderes le han pedido expresamente al presidente Felipe Calderón “que llegue hasta el fondo” de las indagatorias y se aplique la ley contra quienes perpetraron “este horrendo crimen”.

“Si esto mismo hubiera pasado en Estados Unidos, la comunidad internacional y México estarían clamando al cielo”, aseguró Enrique Morones, líder de la organización Ángeles de la Frontera y quien recibió de Calderón el Premio de Derechos Humanos en diciembre de 2009.

“No podemos pedirle al norte, lo que no podemos darle al sur”, añadió al declararse avergonzado por la masacre que segó la vida a 72 “hermanos latinoamericanos. México está dando muy mal ejemplo.

“Y le quiero pedir al presidente Felipe Calderón, desde un medio como EL UNIVERSAL, que por favor se haga justicia a los familiares de las víctimas”, añadió este líder comunitario que ha encabezado protestas contra los abusos del alguacil de Maricopa (Arizona), Joe Arpaio, y quien además no ha cesado de denunciar el crimen que se cometió contra el inmigrante mexicano Anastasio Hernández.

A la queja de Morones se sumó el reclamo de Ángela Sambrano, presidenta de la Alianza Nacional de Comunidades de Latinoamérica y el Caribe (NALACC por sus siglas en inglés): “Durante varios años le hemos venido demandando al gobierno de México que por favor proteja y respete los derechos de los inmigrantes centroamericanos y sudamericanos que cruzan por su territorio y desafortunadamente no hemos tenido éxito.

“Esta indiferencia ha sido, entre otras cosas, la causa de que esta violencia contra inmigrantes de toda la región que cruzan por México haya llegado a los niveles de salvajismo que hemos visto con el asesinato de estos 72 inmigrantes”.

Sambrano criticó la “incapacidad” y la “indiferencia” del gobierno mexicano en la protección de los inmigrantes que cruzan por su territorio.

“Falta voluntad política”

Organizaciones no gubernamentales, como la Oficina de Washington para Latinoamérica (WOLA, por sus siglas en inglés), lamentaron la masacre y criticaron la “falta de voluntad política” del gobierno mexicano para ponerle un alto a la criminalidad e inseguridad que se ensaña con la población migrante.

“El gobierno de México es muy bueno defendiendo a sus migrantes en Estados Unidos, pero no lo es tanto cuando se trata de la violación de los inmigrantes de Centroamérica y Sudamérica que cruzan su territorio durante su tránsito hacia la frontera estadounidense”, lamentó Maureen Meyer, quien ha acompañado a diversas Casas de Migrantes que acudieron a instancias como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) tras fracasar en sus intentos para que el gobierno de México ponga alto a la alarmante escalada de violaciones, secuestros y asesinatos contra inmigrantes.

“Desde hace mucho tiempo México no ha atendido las demandas y quejas sobre estas violaciones y actos criminales que incluyen no sólo a miembros de los cárteles, sino a agentes policiales mexicanos en este tipo de abusos”, señaló Meyer quien guarda en los archivos de la Oficina de Washington para Latinoamérica los expedientes enviados a distintas organizaciones humanitarias desde México.