CIUDAD JUÁREZ, Chih.— Por la muerte de 27 ciudadanos norteamericanos en Ciudad Juárez y zonas aledañas como el valle de Juárez este año, el consulado de Estados Unidos en Ciudad Juárez emitió una alerta a sus ciudadanos para que eviten cruzar por esta región, y por los estados de Chihuahua o de Michoacán, debido al incremento en los hechos de violencia.

Para las autoridades estadounidenses, la situación que se vive en el estado de Chihuahua, incluyendo a Ciudad Juárez, es de interés especial, por lo que el consulado “recomienda que los ciudadanos de Estados Unidos no vayan a las zonas del valle de Juárez y noroeste de la entidad, porque los visitantes extranjeros han sido víctimas de la violencia relacionada con las drogas”.

Precisa que “las autoridades mexicanas divulgan que han matado a más de mil personas en Ciudad Juárez durante los primeros seis meses de 2009, además, esta localidad de 1.6 millones de personas, experimentó más de 17 mil hurtos de vehículos y mil 650 asaltos a automotores en 2008, por lo que los norteamericanos deben prestar atención a sus alrededores mientras viajan por Ciudad Juárez, Chihuahua”.

“En algunos casos, los asaltantes que afectan a estadounidenses han usado uniformes de policía o militares, ya sea completos o parciales y han utilizado vehículos que se asemejan a las unidades oficiales de las diferentes corporaciones policiales”, indica.

Un marshall muerto en la región

En Ciudad Juárez y los poblados ubicados cerca de esta frontera, durante este año han matado a balazos a 27 norteamericanos, entre ellos, a cinco menores de edad, siete mujeres y a un marshall.

El número de víctimas estadounidenses, la mayoría de ellas de origen hispano, es ya el doble de las registradas en 2008, año que también fue violento por la guerra entre los cárteles de Juárez y de Sinaloa por el control del trasiego de drogas.

La explicación extraoficial sobre los homicidios de ciudadanos de Estados Unidos en Ciudad Juárez, es que en El Paso, Texas y en las poblaciones aledañas, se encuentran las bodegas de droga, armas y dinero que circulan en ambos lados de la frontera.

Entre las víctimas se encuentran cinco niños que acompañaban a sus padres al momento de los atentados con rifles cuerno de chivo, una de ellas es una niña de sólo ocho años y todos ellos no tenían nada que ver con las actividades ilícitas.

Las últimas víctimas de ejecución fueron localizadas el 17 de agosto, cuando liquidaron a ocho personas en un bar, entre ellos, a los norteamericanos Benito Félix Holguín y José Antonio Flores. El primero tenía dos ordenes de aprehensión en El Paso, Texas, por dos homicidios cometido en 1999 y 2002.