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España condena a 8 años de prisión a mexicano

Ana Anabitarte Corresponsal| El Universal
Martes 14 de julio de 2009
Sorprende fallo a joven, quien se encuentra en libertad condicional

MADRID.— Alejandro Ordaz Moreno, estudiante mexicano detenido en marzo de 2008 acusado de intentar matar a dos policías cuando salía de un bar, recibió una de las peores noticias que podía esperar: una condena de ocho años y cuatro meses de cárcel.

Los tres magistrados de la Sección 7 de la Audiencia Provincial de Sevilla, en España, lo consideraron culpable de intentar asesinar a dos policías, por lo que lo condenaron a seis años y seis meses, además de un año y 10 meses por atentado a la autoridad. Sin embargo, lo absolvieron de los delitos de tenencia ilícita de armas y de lesiones.

Con respecto a las indemnizaciones, la sala estipuló que durante el proceso, Alejandro pagó casi 50 mil dólares (35 mil euros) a los dos policías por las lesiones que les causó, así que ya no debe nada más. A partir de ahora su abogado Fernando Retamar, dispone de cinco días para anunciar que va a interponer un recurso de casación ante el Tribunal Supremo de Madrid, para lo que a su vez dispone de un plazo de 15 días.

“Seguiré luchando”

En charla telefónica con EL UNIVERSAL desde Sevilla, donde se encuentra en libertad condicional sin fianza, el propio Alejandro, quien desde su detención ha negado los cargos y ha expuesto las circunstancias de los hechos, reconoció estar muy sorprendido con la noticia.

“No me lo esperaba. Yo creía que iba a ser absuelto. Me he quedado sin palabras, no puedo ni hablar. Sigo confiando en la justicia española y voy a seguir luchando, pero te reconozco que ahora mismo no tengo fuerzas para hablar contigo”.

Ordaz Moreno, de 30 años, fue detenido a las tres de la madrugada del 8 de marzo del año pasado en Sevilla —donde estudiaba un doctorado en energía renovable becado por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt)— por dos policías nacionales vestidos de civil, quienes supuestamente lo confundieron con un delincuente. Alejandro pensó que lo querían secuestrar y los golpeó, y después de una brutal pelea entre los tres, fue aprehendido.

Según el parte médico presentado por los policías, provocó a una agente traumatismo craneoencefálico, esguince cervical y contusiones, por lo que requirió hospitalización durante cinco días y una baja laboral de 75; su compañero sufrió fractura de un dedo de la mano, distensión cervical y contusión mandibular, por las que estuvo 70 días de baja.

Alejandro fue acusado de cuatro delitos: intento de homicidio a los dos policías, atentado contra la autoridad, tenencia ilícita de armas y delitos de lesiones. El fiscal solicitó 13 años de cárcel y la acusación particular (los dos policías) 29 años.

Tras tres días de sesiones, el juicio concluyó el pasado mes de junio y ayer el propio Alejandro, su padre Esteban Ordaz, su abogado Fernando Retamar y el consejero político de la embajada de México en Madrid, Bernardo Graue, acudieron a la Audiencia de Sevilla a recoger la sentencia.

En entrevista con EL UNIVERSAL, Fernando Retamar reconoció que aunque le han condenado a una pena de ocho años y cuatro meses, “el fiscal solicitaba 13, la acusación particular 29 y ha quedado absuelto de dos delitos: el de tenencia ilícita de armas y el delito de lesiones”, explicó.

Fiscal debe pedir encarcelamiento

“Así que la condena ha sido menos de la solicitada”, añadió. Y sobre la posibilidad de que regrese a prisión, explicó que si el fiscal y la acusación particular no lo piden “no tienen por qué volver puesto que no tiene antecedentes penales, no ha quebrantado ninguna norma en prisión, se ha presentado quincenalmente como le han ordenado y no hay riesgo de fuga”.

Alejandro ingresó en prisión en marzo de 2008, pero el pasado mes de febrero logró la libertad condicional sin fianza gracias, entre otras cosas, al apoyo que le dio la embajada de México en Madrid, delegación que encabeza Jorge Zermeño.

Sin embargo, dicho apoyo no ha sido suficiente para que el detenido sea absuelto, ya que además de que los delitos que se le imputan son muy graves, en España la policía tiene siempre presunción de veracidad.

 



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