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Abren esperanza a condenado en EU

Xóchitl Álvarez Corresponsal| El Universal
Sábado 03 de enero de 2009
El investigador penalista Richard Reyna se integró a la defensa del mexicano Rubén Ramírez Cárdenas, quien permanece en el corredor de la muerte en la prisión de Alan B. Polunsky, en Livingston, Texas, informó Sanjuana Cárdenas, madre del condenado

LEÓN, Gto.— El investigador penalista Richard Reyna se integró a la defensa del mexicano Rubén Ramírez Cárdenas, quien permanece en el corredor de la muerte en la prisión de Alan B. Polunsky, en Livingston, Texas, informó Sanjuana Cárdenas, madre del condenado.

Esto abre una “esperanza para probar la inocencia de mi hijo”, señaló la mujer en entrevista.

Ramírez Cárdenas, migrante irapuatense de 38 años, está recluido en la prisión de texana desde 1997, acusado de secuestro, ataque sexual y homicidio de su prima de 16 años, Mayra Azucena Laguna.

Este año, Richard Reyna realizará una serie de investigaciones del caso, a través del Programa de Protección de Mexicanos Condenados a Muerte en Estados Unidos.

El abogado Reyna ha participado como investigador de la defensa en por lo menos una decena de casos de pena de muerte.

La aparición de este defensor representa una oportunidad para demostrar la inocencia de Rubén, porque existen pruebas que nunca se presentaron ante la corte texana que podrían demostrar que no tuvo que ver en los hechos que se le imputan, dijo su madre, quien vive sola en Edimburgo, Texas.

Cárdenas señaló que la oficina de Atención a Migrantes guanajuatenses en el extranjero del gobierno del estado le informó que la ejecución de su hijo está detenida en espera de que autoridades de Estados Unidos atiendan los tratados internacionales que sugieren la revisión de los casos de 50 mexicanos que se encuentran en la antesala de la muerte.

Ante ello, hizo un llamado a las autoridades mexicanas para que en este 2009 refrenden el compromiso de defender a los mexicanos condenados a muerte.

Por otra parte, comentó que el gobierno del estado de Guanajuato le ofreció apoyo para pagar los gastos que realice para trasladarse a visitar a su hijo a la prisión de Livingston.

La oficina de Atención a Comunidades Guanajuatenses en el Extranjero le devuelve los gastos de los boletos del autobús que la conduce desde Mc Allen hasta Houston, así como de la alimentación. De su casa, en Edimburgo, invierte ocho horas para trasladarse a la prisión.

“Yo no les había pedido nada, el consulado mexicano en Houston es el que me recogía en Houston y me llevaba a Livingston. No iba muy seguido porque no tengo dinero para el viaje, pero guardaba mis ahorritos y como podía llegaba a Houston para que me llevaran a ver a mi hijo”, dijo.

Sanjuana, de 58 años, es viuda y sufre problemas de salud.

 



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