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Jóvenes burlan la vigilancia de refinería

Xóchitl Álvarez| El Universal
Jueves 29 de marzo de 2007
Ineficaz, la seguridad en instalaciones de Pemex, comprueban; el pasado 14 de febrero, el grupo Al-Qaeda en una página de internet amenazó con bombardear instalaciones petroleras de los principales proveedores de petróleo de Estados Unidos, entre éstos México

SALAMANCA, Gto.- Un grupo de estudiantes de maestría logró ingresar sin obstáculos a las instalaciones de la refinería Antonio M. Amor de Petróleos Mexicanos (Pemex), en esta ciudad.

Los jóvenes rebasaron las vallas electrificadas, sin que los responsables de la seguridad se percataran.

En una investigación sobre los mecanismos de protección en instalaciones estratégicas del país, cinco mujeres y un hombre que se especializan en la materia de seguridad, optaron por el complejo petrolero de esta ciudad.

El pasado 14 de febrero, el grupo Al-Qaeda en una página de internet amenazó con bombardear instalaciones petroleras de los principales proveedores de petróleo de Estados Unidos, entre éstos México.

A 40 días de distancia, los alumnos establecieron un plan para medir las reacciones de la autoridad ante la entrada de extraños al complejo petrolero, que está dentro del esquema de seguridad nacional, y el 24 de marzo lo pusieron en marcha

Leticia N., abogada y alumna de maestría, mencionó que después de la presunta amenaza, el gobierno mexicano reforzó la seguridad de la paraestatal, por aparecer como posible blanco de terroristas.

La refinería de Salamanca es resguardada por militares, quienes tienen un destacamento anexo a la paraestatal y por guardias internos que vigilan casetas de acceso y hacen rondines en bicicleta y con equipo de radiocomunicación.

"El reto: medir la efectividad en materia de seguridad del país, en puntos de riesgo", agregó la joven profesionista.

Los alumnos compraron refrescos, papitas y otras frituras que, deliberadamente, colocaron dentro de mochilas, junto con libros, plumas y papeles en blanco.

"La idea: entrar a la paraestatal y en el caso de ser sorprendidos mostrar que no llevábamos nada de riesgo, que no somos de peligro, ni llevamos bombas o explosivos, sólo algunos alimentos como cualquier joven o grupo de estudiantes que salen de campamento", relató otra alumna.

Fue así que con mochila en mano, el equipo de seis estudiantes ingresó uno a uno a la planta de almacenamiento número dos, en donde permanecieron alrededor de una hora.

El sábado pasado, a las 17:00 horas, llegaron los estudiantes hasta el destacamento de militares número 12, ubicado en un edificio anexo a la refinería, sobre la carretera Salamanca-Juventino Rosas; vieron dos barricadas y algunos soldados tras éstas y continuaron el trayecto.

Enseguida, siguieron por un camino de terracería dedicado al cultivo agrícola, a un costado del área militar, en la parte posterior de la petroquímica, hasta llegar a un terreno cubierto de arbustos y maleza por donde entraron a la zona federal.

En este punto están la planta de amoniaco número dos de la petroquímica y una empresa con la denominación Pesquería.

Oyeron música y bailaron

Los jóvenes recorrieron la zona por cerca de una hora, observaron los ductos, cableado y quema de combustible. Sin límites, checaron los alambrados protegidos con un sistema de electrificación; comieron frituras, agua, escucharon música y bailaron entre sí.

En ese lapso, Leticia N. logró ingresar hasta la planta de quema de productos químicos por una puerta protegida con cadenas y candados, pero destrozada en la parte inferior.

Después de descansar sobre la hierba y tomarse fotos "para el recuerdo", los estudiantes decidieron abandonar el lugar, porque la emisión de gases y humo comenzaba a afectarles la garganta y los ojos les lloraban por la contaminación.

Uno de ellos regresó hasta la carretera donde había estacionado su vehículo para que sus compañeros no caminaran más y lo llevó hasta la calle de acceso a la planta y al acceso número dos de ésta.

Los sorprenden

A 20 metros de distancia de la salida, fueron interceptados por un guardia que circulaba en una bicicleta, quien sorprendido y molesto preguntó: "¿Qué hacen aquí?, ¿cómo entraron?, ¡antes no los detuvieron los militares!", les advirtió.

Entonces, les indicó la puerta para que salieran del complejo.

La conclusión del trabajo escolar: "Aun con la fuerza del Estado, personas ajenas a Pemex pueden entrar a la refinería".

Consultada sobre el estatus de los operativos, la Secretaría de Seguridad Pública federal dijo que no tenía ningún comentario al respecto.



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