La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), informó que resultó negativa la prueba de ADN realizada a Alondra Luna Núñez, la menor que fue sustraída por la Interpol y llevada a Estados Unidos, donde una mujer la reclamaba como su hija.

"Los resultados de la prueba practicada el lunes 20 de abril resultaron negativos respecto a la madre que solicitó la restitución, por lo que de manera inmediata se procedió a operar la repatriación de la menor, quien arribará a nuestro país en las próximas horas, acompañada de personal consular", informó la Cancillería en un comunicado.

Alondra, de 14 años de edad, fue sacada de su escuela en Guanajuato el jueves de la semana pasada y trasladada por agentes de la Interpol a Estados Unidos, pues la señora Dorotea García Macedo, originaria de Michoacán y con residencia en territorio estadounidense, la reclamaba como su hija.

Ayer, los padres de Alondra, Gustavo Luna Romero y Susana Núñez Granados, se reunieron con el gobernador guanajuatense Miguel Márquez Márquez. El papá de la niña dijo tener certeza de que su hija volvería a su hogar tras las pruebas de genética.

De acuerdo con la Secretaría de Relaciones Exteriores, ante la controversia suscitada respecto a su identidad, de manera inmediata la Dirección General de Protección a Mexicanos en el Exterior activó los protocolos de rigor y solicitó la intervención de los Consulados de México en Laredo y Houston así como de la Autoridad Central estadounidense y el Centro para Niños Desaparecidos y Explotados, para realizar pruebas de ADN para comprobar que se trataba de la niña sustraída, las cuales dieron negativo.

Asimismo, para garantizar el bienestar de la menor y de facilitar la comunicación telefónica con los familiares en México.

Alondra fue restituida a Estados Unidos el pasado viernes 17 de abril, luego de que agentes de la Interpol acudieron a su escuela para asegurarla e iniciar el procedimiento.

Sus padres señalaron confusión en el caso por el nombre, ya que a la que buscaban era de apellido Díaz y la otra, su hija, Alondra Luna.

Sobre el caso, la SRE narró que como Autoridad Central en el marco de la Convención de La Haya sobre los Aspectos Civiles de la Sustracción Internacional de Menores, la Cancillería, a través de la Dirección General de Protección a Mexicanos en el Exterior (DGPME), recibió en 2007 la solicitud de retorno de una menor que fue sustraída de Estados Unidos por su padre.

Según la Cancillería mexicana, en ese momento, la información disponible apuntaba a que la niña podría encontrarse en Tacatzcuaro, Michoacán, por lo que el expediente fue remitido al Tribunal Superior de ese estado.

En marzo de 2015, la Autoridad Central estadounidense informó que la madre Dorotea había viajado a Guanajuato y había identificado a la menor, lo que confirmaba que se trataba de su hija a quien había buscado por ocho años. Dentro de la información proporcionada, se dieron datos del nombre con el que se habría registrado a la menor en México y sus señas particulares.

La SRE explicó que derivado de ello y en acatamiento a los estándares internacionales fijados en materia de restitución internacional contenidos en las Guías de Buenas Prácticas emitidas por la Conferencia de La Haya de Derecho Internacional Privado, la juez de la causa solicitó la intervención de la Interpol para que presentara a la menor y, en audiencia ante el juzgado, se determinara su identidad y la procedencia de su restitución a Estados Unidos.

El 17 de abril se llevó a cabo la audiencia respectiva, derivado de lo cual se ordenó la restitución de la menor a su lugar de residencia habitual. Sin embargo, familiares de la menor expresaron que se trataba de una niña distinta y solicitaron la intervención de diversas autoridades para aclarar la situación.

"La SRE únicamente funge como facilitador del inicio del procedimiento judicial y coordina la colaboración entre autoridades nacionales para lograr la restitución de los menores sustraídos", precisó la dependencia.

"Durante la audiencia participa personal de la Cancillería únicamente para verificar que se cumpla con la Convención. La SRE no representa a ninguna de las partes, por lo que no ofrece pruebas ni interviene salvo para esclarecer temas de la Convención".

spb