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Chilpancingo.— Al menos 16 personas murieron, durante la última semana, en hechos relacionados con el crimen organizado en Chilapa de Álvarez, municipio de la región Montaña.

Cerca de las 22:00 horas del sábado pasado, autoridades municipales fueron alertadas del hallazgo de cinco hombres desmembrados dentro de una camioneta calcinada ubicada sobre el camino que conduce a la comunidad nahua de Zitlala, en la carretera federal Chilapa-Zitlala.

Job Encarnación, director de Seguridad Pública de Chilapa, aseguró que dos de los levantados fueron identificados, pero no confirmó de quiénes se trataba. Familiares de las víctimas indicaron que fueron levantadas junto con otras tres personas por sujetos armados en la comunidad de Xiloxuchitlán, Chilapa, el 26 de noviembre.

El jueves pasado en esa población fueron encontrados 11 cuerpos decapitados y semicalcinados, cuyas cabezas hasta el momento no han sido localizadas. Este hecho se atribuye a la delincuencia organizada y es investigado por la Procuraduría General de la República (PGR).

El alcalde de Chilapa, Francisco Javier García, informó sobre la llegada de 500 efectivos militares y 30 policías estatales para reforzar la seguridad de su municipio y admitió que la situación de violencia “lo sobrepasó”.

En redes sociales apareció un cartel titulado “Vivos se los llevaron”, donde se muestran cinco fotografías de personas que fueron secuestradas el miércoles pasado en la comunidad de El Jagüey, quienes viajaban en una camioneta negra hacia Quechultenango, municipio vecino a Chilapa; aunque, de acuerdo con las autoridades, el “levantón” ocurrió en Xiloxuchitlán.

En el cartel se atribuye el plagio a un grupo de la delincuencia organizada que opera en ambos municipios. Esas cinco personas, dos de ellos comerciantes y tres arquitectos, desaparecieron desde el 26 de noviembre.

De acuerdo con lo que señala dicho anuncio, los arquitectos Mario Montiel Ferrer y Jesús Romero Mujica acudieron a la comunidad de Xiloxuchitlán, a tomar medidas de una escuela primaria que fue afectada por la tormenta tropical Manuel y que reconstruirían.

En tanto, los hermanos Hugo Díaz Navarro y Álex Díaz Navarro, dedicados al comercio, y Vicente Apreza García, también comerciante de Chilapa, desaparecieron ese mismo día cuando se dirigían a El Jagüey.

Sin embargo, mediante el localizador del GPS, la camioneta en la que viajaban fue encontrada abandonada en la comunidad de Quechultenango.

En el cartel que se difundió el sábado por la noche en redes sociales se leyó: “Invitamos a los familiares, amigos y a la sociedad en general a unirse a la búsqueda de los desaparecidos”.

La Fiscalía General del Estado de Guerrero (FGE) inició la averiguación previa por el homicidio de las cinco personas y se informó que familiares de los cinco desaparecidos irían a reconocer los cuerpos ayer.

Los habitantes de Chilapa, un municipio de 40 mil habitantes, 90% comerciantes, han vivido durante este año días de angustia y miedo en más de una ocasión. Según comentan los habitantes, los taxistas pagan cuota al crimen organizado, muchos negocios también. En julio, una ola de violencia de tres días derivó en balaceras y enfrentamientos con saldo de 14 muertos.

La gente vive en toque de queda tácito. Los negocios cierran antes de que oscurezca y las actividades escolares están pausadas.