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SALTILLO

Suspendido seis meses por El Vaticano para realizar actividades religiosas, el sacerdote católico Adolfo Huerta Alemán, conocido como el padre Gofo o el cura rockero retomó sus actividades al oficiar misa en la zona de tolerancia de esta ciudad, en Coahuila, donde pidieron por "el milagro del perdón".

Vestido con una túnica blanca y una estola confeccionada con un sarape, realizó el ritual religioso junto con el ministro cristiano evangélico Eliezer Lara Montoya, quien fue expulsado de su congregación.

Los "curas rebeldes" eligieron la calle, afuera del bar "El Norteño", para celebrar la misa, a la que acudieron sexoservidoras y homosexuales, principalmente.

En el sermón, los religiosos señalaron que todos son dignos de entrar al reino de los cielos. Casi al terminar la celebración, cayó una ligera llovizna; algunos feligreses la consideraron como una señal divina.

Como parte del rito religioso, bendijeron a sexoservidoras y homosexuales que trabajan en la zona y les pidieron perdón a nombre de la Iglesia.

Lara Montoya y Huerta Alemán se conocieron en las marchas contra la megadeuda de Coahuila y se hicieron amigos; al primero lo expulsaron y al segundo lo suspendieron por su activismo social.

Ahora decidieron unirse para llevar el Evangelio a este sitio de tolerancia, calificado como non santo.

"Como hijas de Dios -sexoservidoras y homosexuales- tienen dignidad y respetamos su trabajo", aseguró el cura Adolfo.

El padre Gofo fue suspendido por orden de El Vaticano por un periodo de medio año, debido a su forma poco ortodoxa de ejercer el culto católico, pues en sus misas se disfraza de luchador o rockero y ha apoyado movimientos como #Yosoy132 o las marchas contra el endeudamiento del gobierno coahuilense.

En enero concluyó la suspensión, pero aún no le asignan parroquia para regresar a sus actividades.

Ofrecen mensaje de salvación

En el marco del Día Internacional de la Mujer, Adolfo Huerta y Eliezer Lara les ofrecieron a los fieles palabras de aliento, trasmitieron el mensaje de salvación de Dios y bendijeron a las sexoservidoras y a los homosexuales que trabajan en este lugar.

Lara Montoya destacó que "la iglesia no ha sabido ser el sustento, protección y consuelo que ustedes necesitan, porque la iglesia debería ser un sinónimo de Cristo caminando en la tierra, les llaman mujeres de la vida fácil, cuando son las víctimas de violaciones en su familia, de la trata de blancas, o porque la necesidad las ha orillado a este mundo lleno de peligros y vejaciones.

"La gracia de Dios es gratuita para todos, incluyéndolos a ustedes, hombres y mujeres que ejercen la prostitución, les aseguró y refirió la frase de Jesús, que causó un gran escándalo e indignación en su época, cuando se dirigió a los sumos sacerdotes y los ancianos del pueblo y les advirtió: ‘De cierto os digo, que los publicanos y las rameras van delante de vosotros al reino de Dios", dijo en referencia al evangelio de Mateo.

"Venimos regalarles una flor no venimos a juzgar", dijo el abogado y activista, Luis Zavala Díaz, quien participó en la misa con su grupo de música latinoamericana, pero con cantos religiosos.
A ambos religiosos les preocupa la problemática que enfrentan las sexoservidoras, cuyo trabajo es difícil y peligroso.

La intención de la visita a este lugar es para acatar lo que manda el evangelio, para desearles el bien a quienes siguen siendo estigmatizados, excluidos, porque se les sigue haciendo a un lado, cuando son mujeres extraordinarias, muchas de ellas con hijos a quienes sacan adelante, subrayó.

"Tenemos que acercarnos a la gente, la iglesia sale a la calle a predicar, estoy de acuerdo con el Papa Francisco de que la iglesia debe dejar de ser proselitista", afirmó el religioso, al señalar que fue una Misa Eucarística Católica Cristiana, aunque para su amigo Eliezer fue una Predicación y Ministración Evangélica.