REYNOSA.- El gobierno de Estados Unidos intensificó las redadas para deportar indocumentados por Tamaulipas y sus cruces internacionales registraron durante septiembre una llegada de entre 4 y 5 mil extraditados cada semana.

Héctor Silva de Luna, director de la casa del migrante Senda de Vida, reveló que desde el año pasado el gobierno estadounidense aumentó las deportaciones, pero este septiembre los números se dispararon.

Así, mientras que en septiembre de 2012 llegaban entre 300 y 450 deportados, por las garitas de Nuevo Laredo, Matamoros y Reynosa, actualmente cruzan semanalmente entre 4 mil y 5 mil indocumentados por los cruces fronterizos de Nuevo Laredo, Miguel Alemán, Reynosa, Río Bravo, Nuevo Progreso y Matamoros.

“Esta avalancha de personas deportadas genera que los albergues trabajen ‘a tope’ para brindar cobijo y alimento a los expulsados, mientras que las autoridades estatales les brindan apoyo para regresar a sus lugares de origen, ya sea en México o en el extranjero”, destacó.

Resaltó que en el albergue Senda de Vida se atienden entre 40 y 50 personas deportadas por día, e igual número de migrantes que buscan llegar a EU para intentar lograr el “sueño americano”.

“Estamos hablando que en Senda de Vida apoyamos a 40 personas por día, que llegan para buscar ayuda, se les atiende y se les lleva al Instituto Tamaulipeco del Migrante, donde se les ayuda con llamadas telefónicas y apoyo”, dijo.

Tamaulipas es el segundo estado del país por donde Estados Unidos realiza el mayor número de deportaciones. El primer lugar lo tiene Baja California.

Llegan sin ropa

Silva dijo que lo más grave no es el número de deportados, sino cómo los expulsan de EU, en lastimosas condiciones.

“Urge que el gobierno mexicano exhorte a Estados Unidos, porque es lastimosa la manera como los maltratan”.

“Los oficiales de migración estadounidense dicen que su deber es tomar esta persona y aventarla por donde y como sea, que ellos tienen que desalojarlos de Estados Unidos. Llegan con sus derechos violados, pisoteados, les quitan su dinero, muchos hasta sin ropa, golpeados; no hemos visto nosotros un cambio”, denunció.

Aseguró que han tenido casos de deportados que vienen mal de salud, y hasta con picaduras de insectos ponzoñosos, y no les brindan la más mínima atención. “Tal parece que los agentes de EU no tienen corazón”.

El pastor de la casa del migrante pide al gobierno de México que exija a Estados Unidos disminuir la expulsión por Tamaulipas, y cuando lo hagan, que sea respetando sus derechos.