Después de 34 años de encarnizada lucha fratricida entre los numerosos familiares del máximo ídolo del pueblo mexicano, Pedro Infante, las autoridades correspondientes dieron a conocer el 5 de septiembre de 1991, el fallo legal definitivo sobre quiénes eran los sucesores legítimos del cantante y actor fallecido el 15 de abril de 1957, en un accidente de aviación.
De acuerdo con el  laudo emitido, los únicos herederos designados fueron: Irma Infante Dorantes —hija de Irma Dorantes—, Pedro y Lupita Infante Torrentera —hijos de Lupita Torrentera—, María Luisa  León de Infante  —primera esposa de Pedro— y Dora Luisa Infante —hija adoptiva del  intérprete.

Desde luego que la resolución de la justicia mexicana causó escozor entre quienes se consideraban igualmente aspirantes a gozar de las riquezas dejadas por el actor, así  como de las regalías y derechos autorales sobre su trabajo cinematográfico y sus interpretaciones discográficas, entre otros, principalmente Sonia Infante, sobrina de Pedro e hija de Ángel Infante, así como Irma Dorantes, con quien el cantante vivía al morir, aún acusado de bigamia.

Al día siguiente del anuncio oficial del laudo, los herederos ofrecieron a la prensa  una conferencia de prensa, a la que asistieron también Jorge Reynoso, esposo de Lupita Infante Torrentera; Claudia González, esposa de Pedro chico; el licenciado Carlos Jedid, heredero a su vez de María Luisa León, ya fallecida,  y Jesús León, hermano de  María Luisa. La información divulgada por nuestro diario menciona también la presencia de los nietos del cantante: Pedro, Paulino y Pamela, hijos de Pedrito Jr., Gerarda y Alejandra Prado Infante, hijos de Lupita Infante.

La conflictiva Sonia
Sonia, quien ya se consideraba heredera del protagonista de Nosotros los pobres  había mantenido constante disputa por la propiedad que el ídolo tuvo camino a Toluca, al grado tal que en 1989 metió a varios trabajadores de la construcción, con la idea de remodelar la casa. Pronto, Pedro Infante Torrentera se apersonó acompañado por patrullas  para sacar del inmueble a los albañiles.

Por su parte, Sonia tenía entonces la esperanza de que el juicio sobre la adjudicación de dicha  casona le fuera favorable, “tengo entendido que se dará a conocer el 22 de enero del año próximo (1990). “De ser así, abriré en el lugar el Instituto de Artes Escénicas Pedro Infante”, dijo. Señalada como mujer conflictiva, afirmó que no lo era, “simplemente, no me dejo”, refutó.

De la misma manera, Sonia tuvo la intención de adquirir la casa, para lo cual ofreció, a través de una compañía inmobiliaria, 50 millones de pesos a los presuntos herederos de Infante. Se dijo, incluso, que la oferta había sido aceptada. Durante la conferencia de prensa dada por los legítimos herederos, éstos informaron que les dio un adelanto de 5 millones de pesos, “pero como jamás entregó el resto del dinero, el contrato se rompió”.

Irma Infante Dorantes hizo hincapié en que ellos, los herederos, no buscan tanto la fortuna económica, “sólo defendemos nuestra única herencia, afortunadamente tuvimos un final feliz”. En cambio, acusó a su prima Sonia de buscar sólo publicidad. Lupita Infante, por su parte, subrayó que siempre hay que dejar las cosas en claro, “aunque seguramente Sonia protestará”. En conjunto, se sintieron satisfechos sobre el resultado arrojado por el larguísimo juicio hereditario, causado por Pedro quien murió sin dejar testamento.

Irma Dorantes, despojada
Los enfrentamientos entre los familiares del ídolo cinematográfico se han mantenido desde 1991, aun con la solución dada por las autoridades sobre la herencia, pues en 2007, al cumplirse 50 años de su muerte, sus herederos demandaron por casi 23 millones de dólares a las compañías disqueras Warner Music y Peerles de México, por no otorgar las regalías correspondientes al cantante en casi medio siglo. Se dice también que al parecer este año han llegado a un principio de acuerdo. “Es una herencia que queremos hacer valer”, ha reafirmado Guadalupe Infante.

Enfocan también sus baterías contra los productores de las cintas de Pedro, que las explotan sin pagar derechos autorales del actor, así como contra Televisa, “que transmite las películas de Infante, con alto rating y grandes ganancias”, todo ello de acuerdo con lo expresado por Javier Martínez, abogado de los hijos de Pedro Infante.

El último sainete protagonizado por los herederos del protagonista de Tizoc  tuvo lugar el pasado 15 de junio de este año, fecha en que se subastó la antigua lápida de la tumba del ídolo de Guamuchil, por la que se pagaron sólo 85 mil pesos. El hecho fue calificado por Irma Dorantes como un sacrilegio. Igualmente afirmó que no sólo no fue considerada para la herencia, sino incluso fue despojada de objetos,  joyas personales e  inmuebles.