julio.quijano@eluniversal.com.mx

“Hace mucho tiempo que no leo lo que las críticas dicen de mí”, explica John Malkovich, quien está en México para dirigir El buen canario, obra cuyo elenco encabeza Diego Luna, Irene Azuela y Daniel Giménez Cacho.

La dramaturgia aborda precisamente la historia de un escritor que acaba de publicar su primer libro el cual ha recibido muy buenas críticas en los medios. En ese sentido es que Malkovich habló sobre la importancia de esta actividad: “Yo empecé a hacer teatro con un grupo de chicos en la universidad en Chicago y desde entonces me di cuenta de que las cosas que se escriban no llevarían más público, simplemente a nadie le interesaba lo que hacíamos. Yo no tengo adversión o simpatía por las críticas, simplemente hace mucho tiempo que no leo lo que se dice sobre mí”.

Esta filosofía de trabajo es la que ha guiado la trayectoria de Malkovich y que curiosamente es guía de uno de los actores del elenco de la obra que preparan: Daniel Giménez Cacho. El actor mexicano ha comenzado a dirigir sus propios montajes y basta recordar que este año inauguró su propio teatro.

Giménez Cacho explica: “Estaba muy curioso por trabajar con John porque siempre me ha gustado la manera en que maneja su carrera. Él hace cine por algún tiempo y luego, cada año regresa a casa para montar sus obras. Humildemente eso es lo que yo he tratado de hacer con mi carrera”.

El buen canario se estrenará a finales de noviembre en el teatro de los Insurgentes. Es una obra que Malkovich ya dirigió en francés y que provocó, curiosamente, muy buenas críticas no sólo por el texto sino también porque incluye una producción multimedia.

Claudio Carrera, productor, señaló: “Tiene una complejidad similar a la que requiere un musical. Hicimos una inversiones de varios cientos de miles”.

Respecto al contenido, Malkovich considera que la obra es una respuesta a aquella popular canción de The Beatles “All you need is love”. El director comenta: “La relación entre el escritor (Luna) y su esposa (Azuela) demuestra que no es cierto, que no solo se necesita amor sino muchas otras cosas para ser feliz”.

En la conferencia de prensa donde se anunció el estreno, Luna se atrevió a contradecir a Malkovich: “Yo lo pondría al revés: que sin amor nada de lo demás tiene sentido”.

Esta confianza que se tomó Luna para diferir de su director refleja el espíritu con el que trabaja Malkovich y que Irene Azuela describió así: “Te ofrece una libertad aterradora porque habla de ritmo y de matices pero nunca te obliga a nada”.

Luna completa: “Nunca te dice sí o no, sino que te da opciones”. Y Giménez quien emula a Malkovich, ya ha tomado nota de esta forma de trabajo: “En las primeras obras que yo dirigí me empeñaba en jalar al actor pero me di cuenta que el personaje se perdía.