espectaculos@eluniversal.com.mx

El realizador Carlos Armella presentó en la sala Perla el cortometraje Tierra y Pan con el que concursa en la sección Corto Cortíssimo de esta 65 Edición de la Muestra de Arte Cinematográfica.

En sólo ocho minutos de filmación el mexicano narra con una cámara fija un momento trágico en la vida de una familia con una propuesta innovadora que despertó bastante interés.

Un corto sencillo pero lleno de significados y que demuestra que la simpleza es capaz de despertar emociones intensas, incluso en el propio cineasta que ayer vio por primera vez su obra proyectada en la pantalla grande.

“Fue muy difícil ver mi trabajo así porque soy muy duro conmigo mismo, muy autocrítico. Así que acabó el corto y mi sensación fue, ‘¿ya? ¿eso fue todo?’ Sobre todo porque pusieron mi filme en medio de dos cortos que duran 25 minutos y eso hizo que mi proyecto pareciera aún más rápido”, nos dijo el director que hace cuatro años estuvo esperando el momento de poder llevar a cabo esta idea.

“La historia estuvo en mi mente durante muchísimo tiempo, tenía un guión de una cuartilla y hace unos años empecé a trabajar en la producción pero de una manera muy abierta ¡siempre surgía otra cosa!, como el documental de Toro negro que hice con Pedro González-Rubio, o el making-off de Babel. Sin embargo, fue a principios de este año cuando caí en cuenta de que llevaba mucho tiempo trabajando en comerciales y tratando de complacer a la gente de publicidad sin hacer lo mío”, aseguró Armella quién filmó en un sólo día y con las mínimas condiciones para hacer posible el proyecto, “hicimos todo con un presupuesto ínfimo, sólo contamos con una cámara, rodamos en una sola jornada, sin diálogos ni sonido directo y lo hicimos en el Municipio Oriental de Puebla. Así es como tenía que ser”.

Y como dato curioso, está el agradecimiento a Alejandro González Iñárritu en los créditos finales, algo que por supuesto, no es casual, “desde que Alejandro vio mi trabajo y el de Pedro en Toro negro nos adoptó y nos hizo trabajar muy cerca de él. Hace tres años que Iñárritu ha sido una especie de mentor para mí. De hecho, cuando terminé el primer ensamblado del corto se lo comenté y sin que le contara nada más me pidió que se lo enviara, pues quería verlo.