Ingrit Martz mantiene una relación lésbica con Ana Cioccetti, y Gabriela Platas está sumida en las drogas. Al menos así son sus personajes en Así del precipicio, ópera prima de Teresa Suárez, que se estrena el viernes y en la que también participa Ana de la Reguera.

Antes de ello, las cuatro aceptaron jugar con la temática de la cinta.

-¿Cuándo fue la última vez que te sentiste así del precipicio?

-Tere Suárez: Cuando murió mi mamá, a los cuatro días de que terminé el proyecto, fue cuando dije: ´ya no quiero seguir aquí´.

-Gabriela Platas: Cuando me divorcié.

-Ingrid Martz: Jamás, sólo he tenido depresiones.

-Ana Cioccetti: Tenía 15 años y a mis papás se les ocurrió regresar a vivir a Europa conmigo. Allá entré a la prepa, no conocía a nadie, mis papás trabajaban, fue como estar a la orilla del mundo por la soledad.

-¿Qué piensan sobre la legalización de las drogas?

-TS: Yo digo que no, en algún momento tuve una experiencia con ellas y creo que la mejor droga es estar en tus cinco sentidos.

-GP: En favor.

-IM: No sé...

-AC: Sería muy positiva en la medida que dejen de ser un negocio.

-¿Qué es lo peor que te ha hecho una pareja?

-TS: Decirme que me quiere y no sea cierto. Creo que cuando hay un sentimiento amoroso y aparte hay cama, creo que el sexo te da una fuerza de pertenencia, te da una sensación de más amor y eso te hace que el dolor se vuelva más profundo.

-GP: A veces de repente un noviecillo me ha dicho que no me ponga cierta falda porque está muy corta, pero creo que es típico.

-IM: Las mentiras, por eso he terminado relaciones.

-AC: Uno en la vida se enamora y se desamora, Oscar Wilde (autor de El retrato de Dorian Gray) tiene una frase maravillosa que es: ´la mejor manera de empezar y de terminar una relación es con una sonrisa´.

-¿Cuál es tu opinión sobre la Ley de Convivencia, que acepta relaciones entre personas del mismo sexo?

-TS: Tengo amigas que les gustan las mujeres y finalmente son los seres más inteligentes; hay otros que les gusta el sexo opuesto y son unos hijos de la chingada.

-GP: ¡Excelente!

- IM: Conozco a una pareja de mujeres que vive junta desde hace más de 20 años y se ama, por qué no.

-AC: Es sano.

-La película es dirigida por una mujer y protagonizadas por tres de ellas, ¿está México listo para aceptar el éxito femenino?

-TS: En México hay mucha envidia y frustración, por lo menos en el cine hay mucha gente que se muere de ganas de hacerlo, hay 800 guiones y siendo mujer les pega más duro, hay más coraje. En el rodaje hubo tres personas que les molestaba que una mujer diera órdenes, en muchos sentidos tenía que portarme como capataz.

-GP: Sí.

-IM: En cualquier trabajo hay más hombres que mujeres, la película tiene más mérito porque la directora es mujer y logró que confiaran en ella.

-AC: Hace tres años estuve de gira por la República con Entre Villa y una mujer desnuda, que es una obra en la que el enemigo es el machismo y entonces había un chiste que era abiertamente en contra de eso, se contó, y hubo una carcajada general. Un señor sacó a jalones a su mujer de la sala del teatro.